La impotencia masculina puede suponer un verdadero problema para los hombres al impedirles tener relaciones sexuales plenas.

Pero, ¿A qué se debe? ¿Te gustaría conocer cuáles son las causas y los síntomas de la disfunción eréctil? ¡No te pierdas este completo artículo de bienestar.

¿Qué es la impotencia masculina?

La impotencia masculina, que es como popularmente se conoce la disfunción eréctil, es la incapacidad de lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener relaciones sexuales.

Afecta a una parte considerable de la sociedad masculina y, aunque cada vez hay mayor concienciación, no es un problema recite.

De hecho, se han encontrado manuscritos egipcios que describían esta incapacidad alrededor del año 2.000 a.C.

Sobre todo por estrés, muchos varones pueden tener impotencia ocasional en momentos concretos de su vida.

No obstante, si la disfunción eréctil es habitual e impide mantener relaciones sexuales, puede deberse a un problema de salud que conviene abordar con un profesional médico.

Vale, pero ¿cuándo comienza la impotencia en el hombre? ¡Sigue leyendo!

¿A qué edad empieza?

Por lo general, la disfunción eréctil suele empezar a partir de los 40 años y empeora según se envejece.

Existen numerosos estudios al respecto que arrojan porcentajes distintos sobre cuántos hombres tienen impotencia.

Si obtenemos una media de los estudios clínicos más prestigiosos, podemos observar como la impotencia afecta entre un:

  • 10 y 15% de los varones de 40 a 49 años,
  • 20 y 25% de 50 a 59 años,
  • 50 y 60% de los hombres de 60 a 69 años.

Sin embargo, esta incapacidad también empieza a ocurrir en hombres adolescentes entre 20 y 30 años.

¿Qué causa disfunción eréctil a temprana edad? Sobre todo:

  • Altos niveles de estrés
  • Cansancio exhaustivo
  • Falta de sueño constante
  • Estar bajo los efectos del alcohol
  • Consumir sustancia estupefacientes

En seguida abordaremos en profundidad todas las causas de la impotencia. 

¿Cuál es el comportamiento de un hombre impotente?

Existen varios síntomas que ayudan a explicar cuando una persona padece impotencia sexual masculina.

Algunas de las características más comunes son:

  • Falta de deseo sexual: en especial por querer evitar o rechazar una situación incómoda o vergonzoso con el otro miembro.
  • Ansiedad por finalizar cuanto antes un acto sexual: esto suele ocurrir cuando la rigidez del miembro vaya disminuyendo durante el coito.
  • Bajo autoestima y seguridad en sí mismo: pueden reflejarse ciertas actitudes de nerviosismo o distanciamiento en momentos íntimos. Se suele notar en el tono de voz y el lenguaje corporal utilizado.
  • Comportamiento hostil: tanto verbal como físico. La falta de aceptación de la incapacidad implica que muchos hombres adopten actitudes agresivas con otras personas.

¿Qué es la erección y cómo se produce?

La erección es un fenómeno neurológico y vascular dentro del cuerpo humano.

Se produce cuando el cerebro recibe estímulos pro-eréctiles, como al tener pensamientos sexuales o por el contacto físico del pene.

El cerebro procesa y transmite una orden en concreto al pene a través de la médula espinal y los nervios erectores.

Una vez las órdenes han llegado al pene, el tejido eréctil se rellena de sangre y el miembro aumenta de tamaño y se vuelve rígido.

En el tejido eréctil, también conocido como cuerpos cavernosos, existen unas cavidades llamadas sinusoides.

Durante la erección, los sinusoides, que permanecen vacíos durante la flacidez, se relajan empiezan a almacenar la sangre, aumentando el tamaño y la rigidez del miembro reproductor masculino.

La erección termina cuando los músculos de los vasos sanguíneos se contraen y la sangre acumulada vuelve fluir a través de las venas del pene.

Entonces, ¿a qué se debe la disfunción eréctil? ¡Veámoslo!

¿Cuáles son las causas de la disfunción eréctil masculina?

La disfunción eréctil puede ocurrir cuando hay un fallo en cualquier etapa del proceso de erección. Desde el cerebro a la médula espinal o los nervios erectores.

Estos motivos dificultan la rigidez por no permitir que la sangre entre correctamente o se escapa con facilidad de los sinusoides.

Su origen puede ser físico, psicológico o un cúmulo de varios factores. Por eso es importante acudir a un urólogo para identificar qué provoca la incapacidad y tratar posibles enfermedades o trastornos subyacentes.

Son muchas las razones que pueden producir impotencia. Las causas más comunes son:

  • Condiciones y enfermedades médicas: del corazón, obesidad, diabetes, hipertensión, colesterol alto, Parkinson, nefropatía, esclerosis múltiple.
  • Trastornos psicológicos: estrés, ansiedad, depresión.
  • Desequilibrios hormonales: niveles bajos de testosterona, insomnio.
  • Consumo de drogas: alcohol, tabaco, sustancias estupefacientes.
  • Medicamentos: para tratar la presión arterial alta o la depresión.
  • Otros: envejecimiento, problemas de pareja, lesión en el área pélvica por un golpe o cirugía.

¿Cuáles son los síntomas de la impotencia masculina?

Si te preguntas cómo puedo saber si un hombre es impotente, una forma es identificando alguno de los comportamientos que hemos visto antes, como no sentir deseo sexual o evitar momentos íntimos.

Durante el acto sexual, basta con observar como el varón en cuestión no es capaz de mantener el miembro rígido para disfrutar de una relación sexual satisfactoria.

A parte de estas señales, también pueden ocurrir la eyaculación precoz o retardada o la anorgasmia (incapacidad de tener un orgasmo después de una amplia estimulación).

Si has notado alguno o varios de estos síntomas durante 3 meses o más, visita a tu médico de familia.

Tu médico de cabecera puede ayudarte, pero lo más seguro es que te derive a un uro-andrólogo, que es el médico que trata la impotencia.

El uro-andrólogo es un médico urólogo experto en medicina sexual y el profesional sanitario más adecuado al que puedes acudir.

¿Cómo se diagnostica la disfunción eréctil?

Tras acudir a un urólogo, puede que realice una serie de pruebas clínicas para determinar si los síntomas son causados por una condición subyacente. En jóvenes incluso pueden ser necesarios exámenes adicionales más específicos.

Por lo general, lo primero es conocer el historial clínico del paciente. Mediante la formulación de preguntas o al rellenar un cuestionario, el médico podrá conocer qué síntomas presenta, cuál es su estilo de vida o la calidad de relaciones sexuales mantenidas.

Esta entrevista personalizada también se puede realizar acompañado de la pareja, en el caso de que la haya. De esta forma, se pueden identificar conductas que el paciente podría no detecta por sí mismo.

Además de un historial psicosocial, se suele proceder a realizar un examen físico que incluye escuchar el corazón y los pulmones, controlar la presión arterial o examinar los testículos y el pene. También se puede hacer una exploración rectal para revisar la próstata.

Otras pruebas clínicas adicionales para ayudar a diagnosticar la disfunción eréctil pueden ser:

  • Análisis de sangre: pueden detectar afecciones como diabetes, enfermedades cardíacas, problemas de tiroides y niveles bajos de testosterona.
  • Pruebas de orina: pueden detectar diabetes u otras condiciones de salud subyacentes.
  • Prueba de inyección: para evaluar la rigidez y duración de la erección al inyectar un medicamento en el pene para estimular la erección.
  • Ultrasonido: para examinar los vasos sanguíneos del pene para determinar si hay un problema con el flujo sanguíneo del pene.

Tras realizar los exámenes médicos pertinentes y haber podido encontrar la posible causa de la impotencia, se recomienda un tratamiento u otro.

¿Cuál es el mejor tratamiento para la impotencia masculina?

El tratamiento más adecuado para la disfunción eréctil depende de la raíz del problema en cuestión. En algunos casos, puede implicar una combinación de varias opciones terapéuticas que se dividen en tres principales categorías:

  1. Terapia de conversación, medicamentos orales, ondas de choque y bombas de vacío.
  2. Inyecciones intracavernosas, Alprostadilo en crema e intrauretral.
  3. Implante de una prótesis de pene.

A continuación, explicamos algunos de los tratamientos más comunes para tratar la impotencia masculina:

Terapia de conversación

Cuando el origen del problema es psicológico, las terapias de conversación con un psicólogo suelen resultar bastante efectivas.

En ellas, se podrán debatir los principales factores causantes del estrés o la ansiedad actual, tu estilo de vida o el tipo y la calidad de las relaciones sexuales.

Cuando se tiene una pareja estable y se es fiel, es conveniente que la pareja también forme parte de estas sesiones.

El número de visitas al psicólogo varía según el paciente y la gravedad del problema a solucionar.

Medicamentos

Si la disfunción es física y leve, con tomar fármacos orales para estimular el flujo de sangre al pene es suficiente.

Estos medicamentos bloquean la fosfodiesterasa 5, una enzima situada en el pene, para potenciar los mecanismos naturales de la erección. Para que sean efectivos, debe existir una estimulación sexual que los potencie de forma natural.

Los cuatro medicamentos en cápsulas que se recetan para tratar la impotencia son:

  • Avanafil (Stendra)
  • Sildenafilo (Viagra)
  • Tadalafilo (Cialis)
  • Vardenafilo (Levitra, Staxyn)

Aunque son seguros, todos ellos son menos eficaces en varones con problemas para iniciar la erección.

También pueden causar efectos secundarios leves como dolor de cabeza o de estómago, congestión nasal o enrojecimiento de la piel (rubor).

Además, están contraindicados para aquellos pacientes que ya tomen medicamentos con nitrato, al poder provocar una bajada de la presión arterial drástica.

En cuanto a la preocupación de que el Omeprazol puede producir impotencia si se toma a largo plazo, no hay estudios suficientes que avalen esta relación.

De forma alternativa, el médico puede realizar una terapia de reemplazo de testosterona, si tiene bajos niveles de esta hormona o usar Alprostadilo.

Hay tres formas de aplicar Alprostadilo:

  1. En forma de gel (Virirec) sobre la punta del pene.
  2. Como supositorio (Muse) por el conducto anal.
  3. Inyección en la base o el costado del pene.

En cualquier caso, se debe evitar automedicarse y seguir las indicaciones del médico especialista para evitar posibles efectos adversos.

Bombas de vacío

Mediante el uso de un dispositivo, se pretende crear un vacío que estimule la erección al atraer la sangre hacia el pene con la ayuda de un tubo de plástico.

La bomba extrae el aire del tubo y un anillo elástico, que mantiene la erección, retiene la sangre en el pene y evita que vuelva a circular.

Ondas de choque de baja energía

Las ondas de choque se aplican directamente sobre el pene sin necesidad de anestesia para potenciar la vascularización en todo el tejido eréctil.

Esta terapia no suele producir dolor ni efectos secundarios, sino un considerable aumento de fibras de musculo liso.

Estas fibras favorecen la dilatación arterial para atraer más cantidad de sangre a la zona y la relajación de los sinusoides para almacenar más sangre.

A pesar de no haber suficiente evidencia científica al respecto, los estudios realizados afirman que las ondas de choque de baja intensidad pueden:

  • Aumentar la secreción de factores de crecimiento vascular que a su vez promueven la formación de vasos sanguíneos.
  • Estimular la formación de células progenitoras (células madre).
  • Tener un efecto regenerativo sobre el endotelio de los vasos sanguíneos.

Prótesis de pene

En caso de que ninguna de las terapias anteriores haya funcionado, se suele proceder que una intervención quirúrgica para colocar en el interior del organismo una prótesis en el pene y escroto.

De esta forma, se activa para lograr una rigidez satisfactoria y, al finalizar la relación sexual, se desactiva volviendo al estado natural de flacidez.

¿Cómo curar la impotencia masculina?

Los tratamientos que acabamos de ver pueden mejorar significativamente esta incapacidad, pero no hay ninguna garantía de que pueda curar la disfunción eréctil.

Al introducir cambios saludables en tu estilo de vida y recibir la ayuda necesaria, se debería notar una mejoría considerable, sobre todo en los casos leves y moderados.

Por otro lado, existe una serie de terapias naturales y ejercicios físicos que han demostrado ser beneficiosos en su tratamiento.

Alimentos para la disfunción eréctil

Seguir una alimentación saludable es vital para el correcto funcionamiento de los órganos y la salud en general. Lo que se ha demostrado es que:

  • La disfunción eréctil es menos común entre quienes siguen una dieta mediterránea. Una dieta mediterránea es aquella rica en alimentos frescos de origen vegetal con pescado salvaje y un poco de carne de pasto.
  • La pérdida de peso mejora la disfunción eréctil en personas con sobrepeso u obesidad.
  • Aquellos que siguen una dieta moderna u occidental pueden tener una calidad de semen más baja. Se considera una dieta moderna aquella pobre en nutrientes esenciales y alta en alimentos procesados y carne.

También, considera consumir:

Alimentos ricos en flavonoides

Estos antioxidantes pueden ayudar a controlar la disfunción eréctil al aumentar el flujo sanguíneo y la concentración de óxido nítrico en la sangre.

Algunos de los alimentos más ricos en flavonoides son el cacao puro y chocolate negro, frutas y vegetales, frutos secos y cereales, y vino.

Alimentos ricos en licopeno y citrulina

El licopeno es un potente antioxidante natural que se encuentra sobre todo en los tomates, pimientos rojos, pomelo o papaya.

Por otro lado, la citrulina es un aminoácido no esencial que interviene en el ciclo de la urea y ayuda a relajar los vasos sanguíneos y mejorar el flujo sanguíneo.

Un alimento rico en ambas sustancia es la sandía. Por eso, no dudes en comer sandía natural como postre para mejorar los síntomas de la disfunción eréctil.

Pistachos

Contienen proteínas vegetales, fibra, antioxidantes y grasas saludables que contribuyen a la salud cardiovascular y la producción de óxido nítrico.

Según este estudio, 17 pacientes con impotencia masculina comieron 100 gramos de pistachos por día durante 3 semanas.

La mayoría mejoraron la función eréctil, los niveles de colesterol y la presión sanguínea.

Café de especialidad

La cafeína natural que contiene el café de especialidad puede tener un efecto protector.

De acuerdo a este estudio, quienes consumían menos cafeína podían tener más probabilidades de padecer disfunción eréctil.

Pero, estudios más recientes no han encontrado ningún vínculo entre el consumo de café y la impotencia masculina.

Suplementos alimenticios y hierbas terapéuticas

Resulta bastante fácil entrar en Internet y encontrar infinidad de remedios naturales que afirman curar esta incapacidad.

Normalmente, se dan a conocer como viagras naturales sin ningún respaldo médico y sin aprobación de autoridades sanitarias. Además, pueden causar efectos adversos.

Por eso, antes de decidir tomar vitaminas para la impotencia por tu cuenta, habla primero con tu médico de cabecera para obtener su aprobación.

Según la Clínica Mayo, los siguientes suplementos pueden ayudar, pero también causar efectos secundarios:

  • Dehidroepiandrosterona (DHEA)
  • Ginseng
  • Propionil-L-carnitina

Otros ingredientes y micronutrientes que pueden resultar útiles son:

Yoga

El yoga es un excelente ejercicio para relajar el cuerpo y la mente, pudiendo aliviar el estrés o la ansiedad, dos síntomas de la disfunción eréctil.

De hecho, en un experimento donde participaron 65 hombres entre 24 y 60 años se observó como la función sexual de los sujetos aumentó significativamente después de un programa de sesiones de yoga de 12 semanas.

¿A qué estás esperando para hacerte con tu esterilla de yoga favorita y empezar a disfrutar sus beneficios?

Por otro lado y aunque aún no se ha demostrado, practicar Pilates puede ser una buena alternativa al yoga para tonificar el cuerpo y fortalecer el suelo pélvico.

Ejercicio aeróbico

Los entrenamientos aeróbicos con intensidad media o alta, como correr o nadar, no solo mejoran la salud, la testosterona y reducen la grasa corporal, sino que también pueden resultar efectivos para la impotencia.

Por ejemplo, 160 minutos de ejercicio semanal durante 6 meses podrían conducir a una disminución de los problemas de erección.

Antes de empezar una nueva rutina de entrenamiento, habla con tu médico y un entrenador personal cualificado.

Esto se debe a que si la impotencia es causada por una enfermedad del corazón que desconoces, realizar ejercicios vigorosos puede agravar la situación.

¿Y qué pasa con montar en bicicleta? Existe la creencia popular que largos y exigentes entrenamientos encima de una bicicleta aumentan el riesgo de disfunción eréctil, infertilidad y cáncer de próstata.

Pero se necesita más investigación al respecto para afirmar que practicar ciclismo puede conllevar a estas enfermedades.

Ejercicios de Kegel

Los ejercicios de Kegel son movimientos de contracción para fortalecer el suelo pélvico.

Si deseas saber cómo hacerlos de forma correcta, en este artículo te lo explicamos al detalle.

Los ejercicios del suelo pélvico son efectivos para tratar tanto la disfunción eréctil como la eyaculación precoz.

No obstante, no se ha aclarado la frecuencia y la intensidad con la que realizar estos ejercicios para ser efectivos.

Acupuntura

La acupuntura es una técnica dentro de la Medicina Tradicional China que consiste en la inyección de agujas en la piel en lugares específicos para producir una estimulación nerviosa, que luego libere neurotransmisores.

Si bien la acupuntura puede ayudar a tratar la disfunción eréctil psicológica, no hay suficiente evidencia científica para avalar esta afirmación.

En caso de probar esta técnica alternativa, acude a un acupunturista certificado que solo use agujas desechables.

¿Cómo evitar la impotencia masculina?

Si lo que buscas es prevenir la impotencia, debes de saber que por suerte hay una amplia variedad de opciones a tu disposición.

La mayoría implican adoptar hábitos saludable que conllevan a una mejora de la calidad de vida, siendo beneficiosos no solo para la disfunción eréctil, sino también para la salud en general.

Estos son los remedios caseros más populares para ayudar a prevenir la disfunción eréctil:

  • Seguir una dieta saludable.
  • Hacer ejercicio con regularidad.
  • Mantener un peso corporal moderado.
  • Pedir ayuda psicológica.
  • Realizar actividades que reducen el estrés y la ansiedad.
  • Dejar de fumar y de consumir drogas, si ahora lo haces.
  • Evitar beber alcohol o hacerlo solo con moderación.
  • Mejorar la comunicación con la pareja para mantener una relación sana.
  • Prescindir de tomar fármacos que no hayan sido recomendados por un médico.
  • Realizar pruebas médicas de forma periódicas para identificar la incapacidad lo antes posible.

Conclusión

La impotencia masculina no es un caso aislado, sino que ocurre de forma ocasional o recurrente en millones de varones alrededor del mundo.

De aquí que se ha investigado lo suficiente para conocer qué puede ayudar a controlarla y cuáles son los tratamientos más efectivos al respecto.

Es importante mantener una conversación con el médico si crees que tienes algún síntoma relacionado para descartar posibles causas subyacentes.

En general, si estás sano, podrás disfrutar de relaciones sexuales plenas. Si necesitas ayuda sobre cómo ir introduciendo hábitos saludables para mejorar tu estilo de vida, conoce nuestro asesoramiento nutricional personalizado.

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