¿Te han dicho que tienes la piel eudérmica pero no sabes qué es y cómo cuidarla?
En este artículo aprenderás cómo identificar si tienes una piel eudérmica, cuáles son sus características principales y cómo tratarla para preservar su mejor estado.
¿Cuál es la piel eudérmica?
La piel eudérmica es aquel tipo de piel sana y equilibrada en cuanto a su hidratación y oleosidad. En otras palabras, su secreción de sebo y sudor son las adecuadas.
La palabra eudérmico es el nombre utilizado por los dermatólogos para referirse a la piel normal. Un término que proviene del griego y que se puede traducir como “bueno para la piel”.
Eu– es un prefijo griego que significa bien o bueno y dérmico proviene de dermis que hace referencia a lo relativo de la piel.
¿Cómo saber si tengo la piel eudérmica?
A continuación, analizamos las características de la piel eudérmica o normal:
- Tiene una superficie lisa, tersa y flexible.
- Cuenta con un color uniforme y una textura suave y aterciopelada.
- El brillo es moderado ya que no es ni demasiado grasa ni muy seca.
- Los poros son finos y libres de impurezas e imperfecciones.
- No es propensa a la sensibilidad o la descamación.
¿Cómo cuidar la piel eudérmica?
La mejor forma de cuidar la piel eudérmica es mantener el equilibrio humectante y oléico que necesita para conservarse de forma saludable.
Para ello, procura:
- Evitar utilizar jabones y geles con pHs muy altos, hidratar en exceso o exponer la piel a condiciones medioambientales extremas.
- Rociar productos cosméticos como perfumes en la ropa, mejor que de forma directa en la piel.
- Proteger la piel de la radiación solar para evitar el melasma o el cáncer de piel.
¿Cómo conseguimos implementar estos consejos profesionales? Al llevar a cabo las siguientes cuatro principales acciones a diario.
Rutina de cuidado facial matutina
Al igual que cualquier otro órgano de nuestro cuerpo, debemos cuidarlo cada día para garantizar su correcto funcionamiento el mayor tiempo posible.
El primer paso empieza por preparar la piel a lo que se va a enfrentar a lo largo del día.
La rutina facial de día perfecta consta de cuatro pasos:
- Limpieza: elimina los restos de suciedad acumulados que pueden obstruir los poros, dando lugar a imperfecciones y no permitiéndoles respirar. Se consigue con un gel limpiador o dispositivo de limpieza facial. Conoce cuándo y cómo limpiarse la cara en casa.
- Tonificación: el tónico facial equilibra y devuelve a la piel su pH normal tras la limpieza. Aprende a cómo tonificar la piel.
- Protección: una vez la piel está equilibrada, el sérum facial protege al contener la mayor cantidad de principios activos. Conoce para qué sirve el sérum.
- Hidratación: por último, utilizamos una crema o gel hidratante para aportar a la piel la hidratación necesaria para mantenerse elástica y uniforme.
Protección solar
Si bien las cremas nutritivas de día suelen contener factor de protección solar para proteger la piel de los rayos del sol, en ciertas ocasiones debemos aumentar la protección.
Sobre todo, en los meses de verano cuando solemos exponer nuestra piel durante más tiempo a la radiación solar.
En este caso, es importante aplicar un bloqueador solar con alta protección, principalmente en las horas centrales del día, cuando el índice UV es superior.
En este artículo te explicamos cómo usar una crema de sol y cuál elegir.
Rutina de cuidado facial vespertina
Antes de irse a dormir conviene realizar la misma rutina facial que hemos realizado por la mañana para eliminar la suciedad acumulada y recuperarse de las agresiones ambientales durante el día.
Si bien los pasos son los mismos que en la rutina matutina, los productos pueden variar, sobre todo en la hidratación. En este caso, es aconsejable utilizar por la noche cremas hidratantes más calmantes y reparadoras que actuarán mientras disfrutamos de un sueño placentero.
Alimentación saludable
Por último, una piel sana y cuidada también se trabaja desde el interior. Por eso, además de cuidar su aspecto estético, es importante preservarla con una dieta saludable y equilibrada.
Esto consiste en aportar al cuerpo los nutrientes que necesita para garantizar la correcta circulación de la sangre y mantener la función de los órganos vitales.
Una alimentación saludable es aquella que se caracteriza por la ingesta moderada de todo tipo de alimentos frescos, sin procesar y de temporada.
Esto es así porque no hay un alimento que contenga todos los nutrientes esenciales que nuestro cuerpo necesita. De ahí que para asegurarnos de haber ingerido una amplia variedad de nutrientes, debemos optar por una dieta variada y balanceada.
Si tienes dificultades para saber cómo mejorar tu alimentación, puede que te interese recibir asesoramiento nutricional personalizado.
Conclusión
En conclusión, la piel eudérmica es un tipo de piel normal que cuenta con una cantidad de grasa e hidratación adecuada.
Un tipo de piel en equilibrio que necesita un cuidado correcto para mantenerse en perfecto estado.
En este artículo, hemos compartido contigo las claves principales para saber cómo evitar que termine convirtiéndose en un tipo de piel seca o madura según envejecemos.
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