Por el buen tiempo, ¿Te has puesto sandalias por primera vez y te has asustado al ver los callos de los pies?

No te preocupes porque estás a punto de conocer cómo eliminar las durezas y los callos, tanto de las manos como de los pies. ¡Prepárate para lucir una piel más suave que nunca!

¿Qué son y cuál es la diferencia entre durezas y callos?

Las durezas, en inglés corns, y los callos, en inglés calluses, son parches de piel gruesa y elevada formados por capas adicionales de piel.

Se diferencian porque las durezas suelen ser más pequeñas, redondas y blandas, mientras que los callos, que tienen un color más amarillento, son más grandes, duros y ásperos.

También carecen de un borde muy definido y son menos sensibles al tacto o al hacer presión sobre ellos.

Aunque se pueden formar en cualquier parte del cuerpo, aparecen sobre todo en las zonas de mayor desgaste o donde ejercemos mayor presión corporal.

En concreto, las durezas suelen aparecer en la parte superior o lateral de los dedos de los pies o en las plantas de los pies.

Por otro lado, los callos se forman más bien los dedos, la punta o el talón de los pies, las palmas o los nudillos de las manos y las rodillas.

Ambos suelen ser indoloros. Sin embargo, pueden doler si se infectan o empeoran al no tratarlos en un período prolongado de tiempo.

¿Por qué salen durezas y callos en los pies?

Tanto las durezas como los callos son causados por la fricción y presión repetida sobre un punto de la piel. Surgen como una medida de protección del cuerpo para prevenir ampollas y otras lesiones cutáneas.

Las causas más comunes de callos son:

  • Usar zapatos muy ajustados o apretados.
  • Utilizar tacones con frecuencia.
  • Caminar o correr en exceso.
  • Andar descalzo.
  • Tocar instrumentos.
  • Hacer manualidades o trabajar con las manos.

En cambio, las causas más comunes de durezas son:

  • Tener juanetes o dedos en martillo.
  • Caminar con pronación (cuando los tobillos giran demasiado hacia adentro) o supinación (cuando los tobillos giran demasiado hacia afuera).
  • Tener glándulas sudoríparas dañadas, cicatrices o verrugas en los pies.

¿Cuándo ir al médico?

Si bien no suelen ser un motivo de gran preocupación o indicar un problema médico, hay algunos casos donde conviene ser evaluado por un profesional sanitario, como cuando tienes:

  • Diabetes: se recomienda a las personas diabéticas que evalúen su piel de forma periódica para detectar posibles anomalías.
  • Callosidades enrojecidas, calientes, supurantes o dolorosas: pueden ser síntomas de que están infectadas.
  • Úlceras.

Por lo general, se aconseja visitar primero al médico de familia y, según su gravedad y la zona donde se encuentre, derivarte a un dermatólogo o podólogo.

¿Cuáles son los mejores tratamientos para las durezas y los callos de los pies?

La efectividad del tratamiento a elegir pasa por saber identificar y solucionar la causa que provoca estas durezas en la piel, aunque no te duelan.

En caso de molestia o infección, lo mejor es que un médico examine la superficie dolorida para diagnosticar el tratamiento a seguir.

Por lo general, el médico suele preguntar por tu estilo de vida y presionar en distintas zonas para evaluar la sensibilidad de la piel o la forma de andar.

Luego, la mayoría de los callos se pueden quitar en casa con remedios caseros y aparatos de belleza. Veamos a continuación cuáles son y por cuál optar.

Agua tibia

Antes de intentar cualquier otro remedio casero, es posible que sea suficiente dejar en remojo durante 20 minutos en agua tibia el área callosa.

Transcurrido ese tiempo, seca bien los pies con una toalla y, con un dedo, mira a ver si puedes eliminar el callo al frotar con suavidad.

Lo normal es que se necesiten varias sesiones hasta ir eliminando las capas de la dureza poco a poco.

Puedes poner los pies en remojo de una a tres veces al día. Si deseas acelerar el tratamiento, considera combinar las sumersiones en agua con las siguientes opciones.

Piedra pómez

La piedra pómez es muy útil para tratar aquellas zonas del cuerpo que resulta difícil ver, cómo los codos o la planta de los pies.

Basta con realizar movimientos circulares suaves con la piedra pómez tras haber remojado el callo. Es posible que necesites utilizarla más de una vez, por lo que ten paciencia.

Lima o papel de lija

Al igual que la piedra pómez, otras herramientas que puedes utilizar son una lima o papel de lija fino.

Del mismo modo, usa estos utensilios junto con las soluciones que veremos enseguida, remojando la piel primero.

Es normal que necesites usar estas herramientas más de una vez, por lo que sé gentil con tu piel y no frotes en exceso.

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Aparatos para quitar callos y durezas

Estos dispositivos de pedicura, conocidos como quitadurezas, quita callos o limas eléctricas, se emplean cuando las herramientas manuales no son suficientes para deshacerse de la piel gruesa. Se pueden usar incluso de los callos de los dedos de los pies.

Estos pulidores son cómodos de usar, no deberían causar dolor y suelen ser resistentes al agua, por lo que se pueden utilizar en la ducha tras haber remojado la zona afectada.

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Cortacallos

Los cortacallos son las cuchillas de acero inoxidables que, de forma rápida, cómoda e indolora, se ajustan al ángulo de la piel para eliminar el callo de raíz.

Estas afeitadoras de durezas suelen ser muy efectivas, pero si se ejerce demasiada presión o la cuchilla está desafilada, pueden provocar lesiones en la piel.

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Vinagre de sidra de manzana

El vinagre de sidra de manzana es fantástico para suavizar la piel dura de un callo por su alta acidez.

Para ello, prepara en un barreño cuatro partes de agua tibia por cada parte de vinagre de sidra de manzana y deja los pies en remojo durante 20 minutos.

Luego, trata de retirar el callo con suavidad con el dedo o la ayuda de una lima o piedra pómez.

Si durante la sesión notas un picor muy fuerte, hinchazón o irritación, interrumpe la sumersión de inmediato y aclara la piel con agua fría.

Bicarbonato de sodio y zumo de limón

Es sin duda uno de los remedios más conocidos y suele funcionar bastante bien como ablandador de callos casero.

Para ello, mezcla en un bol agua tibia con el zumo de un limón (o 2 a 3 cucharadas) y remoja el callo durante 5 minutos.

Después, añade tres cucharadas de bicarbonato de sodio para que la reacción química de ambas sustancias cree un efecto burbujeante con la finalidad de disolver los callos.

¡No te pierdas qué pasa si te pones limón en la cara!

Sales de Epsom

Las sales de Epsom son una fuente concentrada de sulfato de magnesio y se usan como sales de baño. Se las considera un buen exfoliante y ayudan a calmar la piel y relajar los músculos tras un uso intensivo.

Mezcla de 2 a 3 cucharadas en un recipiente con agua tibia antes de remojar el callo.

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Aceite de árbol de té

El aceite de árbol de té es un antiséptico natural con propiedades antibacterianas y antifúngicas. Se le considera un auténtico quita callos líquido.

Para ello, mezcla unas gotas de aceite de árbol de té en un bol con agua tibia y remoja la dureza hasta 15 minutos, cuando sientas como la piel empieza a suavizarse y levantarse.

Procura no superar los 15 minutos de tratamiento, ya que es un óleo muy fuerte y puede causar irritación.

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Aceite de ricino

El aceite de ricino, que es lo mismo que el aceite de castor por la mala traducción de su nombre en inglés castor oil, es un excelente lubricante y acondicionador de la piel para eliminar un callo.

Remojar la dureza en agua tibia con 5 cucharadas de aceite de ricino debe servir para engrasar la piel dura y calmar el área afectada.

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Parches

Estos apósitos gruesos de goma, fieltro o silicona se pegan al callo para calmar el dolor y aliviar presión y la fricción que se ejerce sobre la zona afectada mientras se curan.

Aunque no harán desaparecer las durezas por sí mismos, previenen que empeoren y ayudan a evitar que la causa que ha creado la callosidad vuelva a ocurrir.

Son ideales cuando tienes algún compromiso laboral, familiar o deportivo que implique la utilización de calzado estrecho, con punta o con tacón.

Los mejores parches para callos y durezas en Amazon son los de Compeed.

Cremas reblandecedoras de callos y durezas

Otra opción para tratar las callosidades en casa es con cremas o ungüentos cuya finalidad es hidratar en profundidad la piel áspera y agrietada para reblandecer el callo.

En principio, una crema no suele ser suficiente para eliminar las durezas, pero en combinación con los tratamientos anteriores, facilitará bastante el trabajo.

Los principales ingredientes reparadores de pies ásperos son la urea, la manteca de karité, el aceite de baobab o el ácido salicílico.

Nuestra crema hidratante de pies favorita es sin duda ésta.

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Cirugía de callosidades

Por último, se recurre a este procedimiento quirúrgico cuando:

  • Los remedios caseros o tratamientos caseros no han sido suficientes.
  • El dolor es insoportable.
  • La gravedad es considerable, impidiendo andar con normalidad.
  • El podólogo detecta que se trata de un síntoma de una afección médica subyacente.

Para realizar la cirugía, el podólogo utiliza un bisturí o cuchilla afilada para eliminar el área engrosada. Normalmente no requiere anestesia, no duele y es posible volver a caminar justo después.

¿Cómo prevenir los callos de los pies?

Hay varias formas de prevenir la aparición de callos en los pies. Las opciones más comunes y efectivas son:

Cuidar la higiene de los pies

Limpiar los pies cuando te duchas con una pastilla de jabón exfoliante y secarlos después de haberlos mojado ayudará a mantener los pies libres de bacterias y virus que pueden ocasionar verrugas plantares.

Tras haber secado los pies, utiliza una crema de pies reparadora para mantenerlos suaves e hidratados.

Por último, considera usar una lima o piedra pómez para eliminar las durezas ya creadas, limpiándola y dejándola que se seque por completo entre cada uso.

Usar calzado cómodo

Abusar de zapatos con tacón o puntas estrechas puede traer problemas. Siempre que sea posible, usa calcetines cómodos y zapatos de tu talla que amortigüen bien.

A la hora de ir a comprar zapatos, los podólogos recomiendan ir por la tarde, cuando los pies suelen ensancharse después de usarlos durante el día. Así, te aseguras de no comprar unos zapados demasiado estrechos.

Realizar un estudio de la pisada

Un estudio biométrico de la pisada sirve para analizar la forma en la que pisas y cómo distribuyes el peso y la presión en la planta de los pies.

Como hemos visto, las durezas suelen aparecer por pronar y supinar la pisada. Gracias a este estudio podemos conocer el grado de pronación o supinación y diseñar una plantillas personalizadas para corregir el giro de los tobillos.

Conclusión

Aunque puede resultar inevitable no tener callos o durezas, es posible que estos desaparezcan si se soluciona la causa que los hace aparecer.

Simples gestos como mejorar la higiene personal, cambiar de calzado o usar una lima pueden ser suficientes para tener unos pies lisos y suaves.

Luego, si te preguntas qué poner en el agua para ablandar los pies, el vinagre de manzana, el bicarbonato sódico con zumo de limón, las sales de Epsom o el aceite de árbol de té son excelentes ingredientes naturales.

Una vez que conoces cómo tratar los callos de los pies, aprende a cómo prevenir las arrugas con ácido salicílico.

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