Me levanto varias veces a orinar por la noche y no sé qué hacer para no ir al baño. ¿Te sientes identificado? Queremos que sepas que no estás solo.

Por esta situación pasan miles de personas a diario y en este artículo vamos a compartir contigo los mejores trucos para evitar acudir al baño durante la noche.

Prepárate porque estás a punto de conocer cómo volver a dormir como un angelito. ¿Estás listo? ¡Seguro!

¿Qué es la nocturia?

La nocturia, también conocida como nicturia, poliuria o polaquiuria nocturna, es el término médico que se utiliza para referirse a la micción excesiva durante la noche.

Aunque pueda ocurrir a cualquier edad, su predisposición aumenta con la edad, sobre todo en personas mayores de 60 años. Afecta tanto a hombres como a mujeres.

Además de empeorar la calidad del sueño, puede tener un impacto significativo en la calidad de vida y ser un síntoma de una afección médica subyacente.

¿Es normal orinar por la noche?

Por lo general, no. Sin embargo, depende de diversas causas que analizaremos más adelante.

Mientras duermes, tu cuerpo produce menos cantidad de orina, pero más concentrada por la falta de ingesta de líquidos.

Es decir, el cuerpo tiene la capacidad de permanecer al menos entre 6 y 8 horas por la noche sin necesidad de despertarse para ir al baño.

En relación a la pregunta sobre cuántas veces es normal ir al baño por la noche, si necesitas despertarte dos o más veces para orinar por la noche, es posible que tengas nocturia.

Durante el día, un adulto sano orina entre 4 y 10 veces sin interferir en su calidad de vida.

¿Cuál es la diferencia entre nocturia y frecuencia miccional nocturna?

A menudo estos dos conceptos se confunden, por lo que vemos conveniente aclarar su diferencia.

La nocturia solo tiene en cuenta el tiempo en que una persona se levanta a orinar una o más veces mientras está durmiendo.

Por otro lado, la frecuencia miccional nocturna se considera la necesidad de orinar desde que una persona se acuesta.

Además, incluye las micciones que se realizan después de que el individuo se haya acostado, pero antes de haberse quedado dormido, así como si se despierta durante la madrugada y no puede volver a dormirse.

¿Cuál es la diferencia entre nocturia y enuresis?

Otro concepto fácilmente confundible con la polaquiuria nocturna es la enuresis.

La enuresis, también conocida como la incontinencia urinaria, es la emisión repetida de orina de manera involuntaria durante el día o en la cama por la noche.

Implica mojar la ropa o la cama de forma involuntaria y suele ser común en niños menores de 4 años.

Se considera una enfermedad cuando ocurre al menos dos veces cada día durante un mínimo de tres meses consecutivos.

¿Cuáles son las causas y los síntomas de la nocturia?

Los síntomas asociados con la nicturia son:

  • La producción excesiva de orina,
  • Orinar con demasiada frecuencia y
  • Sentir la necesidad urgente de orinar, pero producir poca orina.

Estos síntomas pueden deberse a 5 principales causas de la nocturia:

Estilo de vida

En personas sanas, la principal causa de nicturia es el consumo excesivo de líquidos, sobre todo antes de irse a dormir.

Por ejemplo, tanto el alcohol como las bebidas con cafeína son diuréticos, lo que hace que el cuerpo produzca más orina.

Otra razón puede ser tener turnos de trabajo diurnos y nocturnos. De esta forma, el cuerpo no consigue estabilizarse por verse las horas de sueño alteradas cada día.

Envejecimiento natural del cuerpo

Según vamos envejeciendo, el cuerpo va produciendo menos hormona antidiurética que nos ayuda a retener líquidos. Como resultado, se produce mayor cantidad de orina, especialmente durante la noche.

Además, los músculos de la vejiga tienden a debilitarse con el tiempo, lo que dificulta aún más la retención de la orina en la vejiga.

Condiciones médicas

Las principales condiciones médicas que causan nicturia son:

  • Infección del tracto urinario (ITU) o una infección de la vejiga. Son las causas más comunes que provocan la necesidad urgente de miccionar a lo largo del día.
  • Vejiga hiperactiva, o en inglés, overactive bladder.
  • Infección, agrandamiento o cáncer de la próstata.
  • Prolapso de vejiga.
  • Tumores de la vejiga, la próstata o el área pélvica.
  • Diabetes, obesidad, menopausia.
  • Ansiedad.
  • Edema o hinchazón de la parte inferior de las piernas.
  • Apnea obstructiva del sueño.
  • Piedras en los riñones o infección renal.
  • Hipercalcemia (demasiado calcio en la sangre).
  • Trastornos neurológicos, como Parkinson, esclerosis múltiple o compresión de la médula espinal.
  • Insuficiencia orgánica, como insuficiencia cardíaca o hepática.

Medicamentos

Existen varios fármacos, como los diuréticos o las píldoras de agua que se recetan para tratar la presión arterial alta, que entre sus efectos secundarios pueden causar nicturia.

En este caso, ponte en contacto con tu médico para valorar otras alternativas que te permitan volver a tener el control de cuándo orinas.

Embarazo

En mujeres embarazadas, cuando el útero empieza a crecer puede ejercer demasiada presión contra la vejiga, lo que fuerza orinar más de lo normal.

Aunque suele ocurrir en los primeros meses de embarazo, también puede ocurrir en los siguientes trimestres de la gestación.

También puede deberse al debilitamiento de la vejiga y los músculos del suelo pélvico durante la gestación y el parto.

¿Cómo se detecta la nicturia?

Existen indicios de tener nocturia cuando te despiertas de forma natural con la necesidad de tener que acudir al baño a orinar.

Si esta situación se repite varias veces durante la misma noche u ocurre con bastante frecuencia, es muy probable que tengas este problema urinario.

Enseguida entraremos en detalles sobre qué puedes hacer para no ir al baño por la noche. En muchos casos, este problema se resuelve al modificar la cantidad y el tipo de líquidos ingeridos durante el día.

Por eso, quizás sea útil mantener un diario durante al menos una semana para registrar qué bebes, cuánto y cuándo, así como la frecuencia con la que tienes la necesidad de orinar.

Si el problema persiste y buscas atención médica, debes saber que su diagnóstico médico no es sencillo, ya que se puede deber por múltiples causas subyacentes como hemos visto antes.

Lo normal es que tu médico te haga varias preguntas para entender mejor qué ocurre e ir descartando condiciones médicas.

Algunas de las preguntas más comunes son:

  • ¿Cuándo empezó la nicturia?
  • ¿Cuántas veces por noche tienes que orinar?
  • ¿Te sueles despertar con el pijama y la cama mojada?
  • ¿Estás tomando algún medicamento?
  • ¿Tienes algún otro síntoma?
  • ¿Tienes antecedentes familiares de problemas de vejiga o diabetes?

En base a la evaluación médica realizada, es posible realizar más pruebas para llegar a la raíz del problema, como:

  • Análisis de sangre.
  • Prueba de azúcar en la sangre para saber si tienes diabetes.
  • Prueba de privación de líquidos.
  • Pruebas urológicas, como la cistoscopia.

¿A qué órganos afecta?

Los principales órganos que se ven afectados por la nocturia son aquellos que forman parte del sistema urinario o del tracto urinario, sobre todo, los riñones y la vejiga.

Tratamiento farmacológico para tratar la nocturia en ancianos

El tratamiento para la micción nocturna a menudo depende de la causa que la provoque en primer lugar.

Los medicamentos pueden ayudar a reducir los síntomas de la nicturia, pero no la curan, lo que supone que en cuanto se dejan de tomar, los síntomas suelen volver.

Cuando ocurre a causa de una afección más grave, como diabetes, cáncer o infección en el tracto urinario, debe tratarse la causa principal para poder detener la nocturia. Y, si una persona tiene la próstata agrandada, puede ser necesario un procedimiento quirúrgico.

Se suelen aliviar los síntomas al tomar antibióticos, siempre y cuando sea provocado por una infección.

A las mujeres embarazadas se las pueden recetar cremas de estrógeno para tratar la incontinencia de esfuerzo.

Junto con las personas que sufren de enuresis, se las suelen recetar anticolinérgicos y antimuscarínicos. Dos clases de fármacos que pueden relajar los espasmos musculares en la vejiga y reducir la necesidad de orinar con más frecuencia.

Sin embargo, los anticolinérgicos pueden causar mareos, visión borrosa o sequedad en la boca.

Por otro lado, tu médico también puede aconsejar tomar medicamentos diuréticos por la mañana para orinar más durante el día, pudiendo reducir la cantidad de orina en la vejiga durante la noche.

Por último, la desmopresina es otro de los fármacos antidiuréticos más recomendados que hace que los riñones produzcan menos orina por la noche.

En el caso de que el efecto secundario de un medicamento sea el responsable de la poliuria nocturna, suele ayudar tomarlo a primera hora del día, como ocurre con los diuréticos.

Pero, si buscas tratamientos naturales, homeopáticos o simplemente consejos para saber cómo evitar ir al baño por la noche, ¡sigue leyendo!

¿Cuáles son los mejores trucos para no ir al baño por la noche?

Aprende qué hacer para no levantarse a orinar con los siguientes consejos y remedios naturales:

Reducir la cantidad de líquidos por la tarde

Procura beber de 2 a 2,5 litros de agua al día y dejar de beber líquidos entre 4 y 5 horas antes de irse a dormir.

Sobre todo, bebidas diuréticas o que aumentan la producción de orina, como las bebidas alcohólicas, café, tés e infusiones.

Limitar o evitar el consumo de ciertos alimentos

Limita la ingesta de alimentos:

  • Con mayor contenido de agua, como melón, sandía, pepino, tomate o acelgas.
  • Que actúan como diuréticos, como las bebidas con cafeína (café, te verde, té negro), pera, limón, piña, zumo de arándanos.
  • Que irritan la vejiga, como el chocolate, la comida picante o ácida y los edulcorantes artificiales.

Luego, consume más alimentos ricos en fibra para reducir el estreñimiento y ácidos grasos Omega 3, así como semillas de calabaza, que se han demostrado que mejoran la función urinaria anormal.

Perder peso

Tener sobrepeso puede aumentar la presión sobre la vejiga y causar incontinencia de esfuerzo.

La incontinencia de esfuerzo ocurre cuando la orina se escapa después de hacer algo que aumenta la presión sobre la vejiga, como reír, estornudar o levantar peso.

En este caso, realizar entrenamiento de fuerza con regularidad y seguir una alimentación saludable ayudan a adelgazar y aliviar los síntomas.

Tanto en así que se ha demostrado como mujeres con sobrepeso que perdieron el 10% de su peso corporal vieron un mejor control de la vejiga en un 50%.

Si necesitas ayuda para saber cómo adoptar estos nuevos hábitos saludables que te ayuden a mejorar tu figura, no dudes en conocer nuestro asesoramiento nutricional.

Realizar ejercicios para fortalecer el suelo pélvico

Pilates, yoga, fisioterapia y los ejercicios de Kegel son excelentes formas para fortalecer los músculos pélvicos y mejorar el control de la vejiga.

¿Cómo hacer los ejercicios de Kegel?

Un ejercicio de Kegel es basado en fingir que vas a orinar y luego contenerte, relajando y apretando los músculos que controlan el flujo de orina. Basta con:

  1. Con la vejiga vacía, túmbate en un esterilla de yoga con las piernas dobladas y la planta de los pies en el suelo. Contrae los músculos del suelo pélvico mientras simulas la acción de orinar e intentar detener la orina.
  2. Mantén esa contracción durante cinco segundos a la vez y relaja los músculos. Repite este ejercicio cinco veces. A medida que tus músculos se fortalezcan, puedes ir aumentando la duración a 10 segundos y 10 repeticiones.

Realiza los ejercicios 10 o más veces al día sin interrumpir la respiración normal. Presta atención en contraer el suelo pélvico y no el estómago, los muslos o los glúteos.

Entrenar la vejiga

Además de los ejercicios anteriores, también puedes entrenar la vejiga para ayudarla a controlar la orina durante la noche.

Si a lo largo del día contraes la vejiga cada hora para favorecer la micción, el cuerpo se acostumbra a este hábito. Esto puede tardar entre 6 y 8 semanas en notar los resultados.

Para ello, se suele:

  • Anotar en un diario con qué frecuencia vas al baño.
  • Cada vez que sientas la necesidad de orinar, retrasar la micción al esperar unos minutos e ir incrementando el tiempo de espera.
  • Programa las visitas al baño en el diario, empezando con retrasos de 10 minutos y aumentando cada tres o cuatro horas. En mujeres, el tiempo de espera puede ser de 3 a 6 horas.
  • Practicar los ejercicios de Kegel con frecuencia.

Normalmente estos tipos de entrenamientos son más efectivos bajo la supervisión de un médico o urólogo.

Descansar durante el día

Sobre todo si notas que tu sueño durante la noche ha empeorado al levantarte varias veces para ir al baño, echarse una siesta después de comer puede ayudar a sentirte más relajado.

Otras opciones son tumbarse en un colchón de calidad para relajar la espalda y mantener las piernas elevadas durante el día o usar medias de compresión.

Ambos casos fomentan la circulación de líquidos y pueden ayudar a minimizar la necesidad de orinar durante la noche.

Dejar de fumar

Fumar también puede irritar los músculos de la vejiga y causar incontinencia de esfuerzo, tos y sequedad, que te harán beber más.

Conclusión sobre qué hacer para no ir al baño por la noche

La nocturia se puede convertir en un verdadero problema que puede afectar a cómo duermes y causar fatiga, somnolencia y cambios de humor si no se trata.

Con la ayuda de tu médico, procura identificar qué lo causa y realizar los cambios en tu estilo de vida y los posibles tratamientos que pueden resolverlo.

Escucha a tu cuerpo y no dudes en escribir en un diario lo que comes, bebes y cuando vas al baño durante el día para identificar la causa subyacente.

Y ahora, comprueba si tienes piedras en los riñones y cómo eliminarlas.

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