La mayoría de personas que tienen piedras en el riñón afirma que es la sensación de dolor más grande que jamás ha experimentado.

Un dolor que ocurre cerca de la zona abdominal y lo frustrante es no saber exactamente qué lo causa.

En este artículo te vamos a enseñar por qué salen, cómo saber si tienes y cómo deshacerse de las dolorosas piedras en el riñón.

Tipos de piedras en los riñones

Antes que nada, debes saber que las piedras en el riñón, en inglés kidney stones, son masas sólidas formadas a base de cristales.

Se desarrollan en cualquier parte del tracto urinario, es decir, riñones, úteros, vejiga y uretra, pero sobre todo en los riñones.

Su tamaño puede variar desde menos de un milímetro, como un grano de arena, hasta superar los 20 milímetros.

No todas las piedras están formadas por los mismos cristales, sino que hay cuatro principales tipos de piedras, de más a menos común:

  • Calcio o cálculos de calcio: se suelen formar por oxalato de calcio, aunque a veces también están hechos de malato y fosfato de calcio.
  • Ácido úrico: se forman cuando la orina es demasiado ácida. Pueden ocurrir en personas con gota, diabetes, obesidad y otros tipos de síndrome metabólico.
  • Estruvita: están hechas de magnesio, amonio y fosfato. Suelen aparecer en personas con infecciones del tracto urinario, donde las bacterias forman una especie de amoniaco que se acumula en la orina. En otras palabras, son el resultado de una infección renal y pueden causar la obstrucción urinaria.
  • Cistina: hechas a base de cistina, un ácido que se produce de forma natural en el cuerpo y que se filtra de los riñones a la orina. Son poco habituales y se forman en personas que tienen cistinuria hereditaria, un trastorno genético que causa que la cistina se escape de los riñones en la orina.

Vale pero, ¿Cómo se forman? ¡Veámoslo!

¿Por qué salen las piedras en el riñón? Causas más comunes.

Existen causas diversas para explicar por qué salen cálculos renales, como por ejemplo:

  • Raza: las personas blancas tienen más probabilidades de tener cálculos renales que las personas negras.
  • Sexo: los hombres son más propensos que las mujeres.
  • Edad: los cálculos renales suelen ser más predominantes en personas de entre 20 y 50 años.
  • Herencia: si tus antecesores familiares desarrollaron cálculos renales, puedes estar más propenso a tenerlos.
  • Deshidratación: no beber suficientes líquidos a lo largo del día.
  • Obesidad
  • Alimentación: seguir una dieta rica en proteína, sal o glucosa,
  • Enfermedades inflamatorias del intestino: que aumentan la absorción de calcio.
  • Fármacos: tomar medicamentos como diuréticos de triamtereno, anticonvulsivos y antiácidos a base de calcio.
  • Cirugía de banda gástrica
  • Condición de hiperparatiroides

¿Cuáles son los síntomas?

¿Cómo saber si tengo piedras en los riñones? El síntoma más claro es un fuerte dolor en el abdomen o en un lado de la espalda.

Un dolor severo que se conoce como cólico renal, cuando el cálculo empieza a descender por los uréteres.

Esta sensación dolorosa puede variar su intensidad y, en los hombres, irradiarse a la zona de la ingle.

A parte de un cólico renal, otros síntomas comunes de cálculos renales son:

  • sangre en la orina
  • vómitos
  • náuseas
  • orina muy oscura o con mal olor
  • escalofríos
  • fiebre
  • necesidad frecuente de orinar
  • orinar pequeñas cantidades de orina

Los síntomas varían en función del tamaño de la piedra y en qué zona del tracto urinario se localiza y a veces, es posible no tener ningún dolor o síntoma.

No dudes en visitar a tu médico de familia y tienes alguno o varios de los síntomas mencionados.

¿Cómo se diagnostica?

Cuando una persona presenta síntomas evidentes de que puede tener cálculos renales, el siguiente paso es realizar varias pruebas médicas antes de contemplar cualquier tratamiento.

Para diagnosticar las piedras en el riñón se realiza una evaluación completa del historial de salud y un examen físico, pero también puede ser necesario realizar un:

  • análisis de sangre para calcio, fósforo, ácido úrico y electrolitos.
  • análisis de orina para detectar cristales, bacterias, sangre y glóbulos blancos.
  • examen de piedras pasadas para determinar el tipo.
  • examen de laboratorio de nitrógeno ureico en sangre y creatinina para evaluar el funcionamiento renal.

Además, puede que el profesional sanitario determine realizar exámenes médicos más exhaustivos para saber si las piedras están obstruyendo el tracto urinario, como:

  • Radiografía o resonancia magnética del abdomen y los riñones.
  • Ecografía del riñón.
  • Tomografía computarizada abdominal.
  • Pielografía intravenosa.
  • Pielograma retrógrado.

Por último, debes saber que el medio de contraste utilizado en la tomografía computarizada y la pielografía intravenosa puede afectar la función renal en personas con función renal fallida.

Del mismo modo, que hay algunos medicamentos que pueden dañar el riñón al realizar un examen con rayos X. Por eso, hazle saber al radiólogo si te estás medicando y qué fármacos estás tomando.

Veamos a continuación cómo deshacer los cálculos renales.

¿Cómo expulsar las piedras en el riñón?

Deshacerse de un cálculo renal es un proceso que suele tardar varias semanas y ocurrir en distintas etapas:

  1. Tras haberse formado el cálculo renal, el cuerpo intentará eliminarlo desplazándolo por el uréter -conducto que conecta los riñones con la vejiga- con la ayuda del líquido del que disponga el cuerpo. Dependiendo del tamaño de la piedra, esta etapa puede ser muy dolorosa. Ten en cuenta que el uréter tiene unos 4 milímetros de grosor. Imagina una piedra afilada de 10 milímetros tratando de movilizarse por dicho conducto (duele con solo pensarlo).
  2. Luego, una vez que el cálculo ha llegado a la vejiga, el dolor debería disminuir, incluso desaparecer. No obstante, puedes sentir más presión en la vejiga y la necesidad de orinar con más frecuencia. Si llega a atascarse en la abertura de la uretra, puede bloquear el flujo de orina.
  3. Por último, cuando la piedra ha llegado a la uretra, se debería ejercer presión en la faja abdominal para intentar que sea expulsada con la orina a través de la abertura de la uretra.

Conozcamos ahora cuánto tiempo dura una piedra en el riñón.

¿Cuánto tiempo se tarda en eliminar un cálculo renal?

El tiempo que se tarda en expulsar piedras del riñón puede variar según su tamaño.

Por lo general, los cálculos pequeños pueden eliminarse a través de la orina en 1 o 2 semanas, a menudo sin ningún tratamiento.

En cambio, piedras más grandes pueden tardar de 2 a 3 semanas en desplazarse a través de los riñones y hacia la vejiga.

En definitiva, los cálculos que no desaparecen por sí solos dentro de las 4 semanas requieren tratamiento médico.

Para tratar deshacerte de ellas, prueba los siguientes remedios naturales.

¿Qué es bueno para las piedras en el riñón?

Debes saber que hay tratamientos médicos específicos al respecto – los veremos más adelante – así como 7 remedios naturales que puedes realizar ahora mismo.

  1. Beber suficiente agua: aumenta el flujo de orina y puede facilitar la expulsión de la piedra. Asegúrate de beber 2.5 litros u ocho vasos de agua al día, repartidos a lo largo de todo el día.
  2. Ingerir cítricos: beber jugo natural de naranja, pomelo y limón o añadir el zumo de medio limón al agua. Esto se debe a que los cítricos pueden ayudar a reducir o bloquear la formación de cálculos.
  3. Evitar consumir alimentos ricos en oxalato de calcio: lee hasta el final para conocer cuáles son estos alimentos en concreto.
  4. Limitar el consumo de hidratados de carbono y azúcar: los carbohidratos y azúcares en la sangre aumentan los niveles de calcio en los riñones. Esto también aplica a las bebidas azucaradas, como Coca Cola o Pepsi.
  5. Aumentar tu ingesta de micronutrientes esenciales: tanto las vitaminas como los minerales son clave para asegurar el correcto funcionamiento de los órganos. Asegúrate alcanzar la dosis diaria recomendada de cada micronutriente, sobre todo, de vitamina D, magnesio y potasio.
  6. Masajear la faja abdominal: puede ayudar a desplazar el cálculo a lo largo del tracto urinario para facilitar su expulsión. Basta con ejercer presión con la puntas de los dedos en la zona de dolor o en el abdomen a la altura de los riñones y realizar movimientos circulares.
  7. Ducharte con agua caliente: ducharse con agua caliente es una excelente forma de aliviar el dolor a corto plazo. Otra forma es descansar colocando una manta o almohada térmica para aplicar calor en la zona dolorida.

Si tras realizar estas acciones durante varias semanas, el dolor persiste, aumenta o empiezas a tener síntomas graves, ponte en contacto con un médico. Es posible que requieras un tratamiento médico.

¿Cómo tratar los cálculos renales de oxalato de calcio?

Existen varios tipos de tratamientos médicos para expulsar las piedras en el riñón, que varían según el tamaño y tipo de piedra.

A continuación, analizamos los procedimientos y operaciones más comunes.

Litotricia

La litotricia extracorpórea es un tratamiento que usa ondas de choque de sonido para romper cálculos grandes en el riñón y facilitar su desplazamiento por los uréteres hacia la vejiga.

Una vez las piedras se han desintegrado, suelen ser expulsadas a través de la orina.

Este procedimiento puede ser incómodo y puede requerir anestesia, al poder causar hematomas en el abdomen y la espalda y sangrado alrededor del riñón y los órganos cercanos.

Ureteroscopia

Es un procedimiento médico que se realiza cuando un cálculo queda atascado en el uréter o la vejiga.

Consiste en la introducción de un pequeño instrumento de visualización con luz y cámara adjunta, llamado ureteroscopio, que se inserta en la uretra y se pasa a la vejiga.

Después, con la ayuda de una pequeña jaula se engancha el cálculo y es extrae.

Nefrolitotomía percutánea

La nefrolitotomía percutánea es una intervención quirúrgica que se utiliza para extraer los cálculos a través de una pequeña incisión en la espalda.

Se suele realizar este procedimiento cuando:

  • El dolor es insoportable,
  • La piedra es muy grande y no logra desplazarse por el tracto urinario,
  • El cálculo daña los riñones u obstruye y causa infección en el tracto.

La operación suele durar de una a tres horas, ya que requiere anestesia. Por lo general, requiere permanecer de una a dos noches en el hospital tras la intervención.

Fármacos

Tener piedras en el riñón puede ser muy doloroso.

Para aliviar el dolor, tu médico puede aconsejarte tomar un analgésico de venta libre, como paracetamol o ibuprofeno.

Pero, si el dolor es muy intenso, puede que también te recete medicamentos narcóticos o inyectarte un antiinflamatorio, como ketorolaco (Toradol).

Ahora bien, si se ha creado una infección en el riñón, el tratamiento también puede incluir antibióticos.

¿Qué medicamento sirve para disolver los cálculos renales?

Existen varios fármacos que resultan muy eficaces cuando se tiene un cálculo ureteral. Estos son algunos de los medicamentos más comunes para:

  • Aliviar el dolor: ibuprofeno (Advil), acetaminofén (Tylenol), naproxeno sódico (Aleve).
  • Reducir la acidez de la orina: bicarbonato de sodio o citrato de sodio.
  • Relajar el uréter y ayudar a que el cálculo pase: bloqueadores alfa (Tamsulosina).
  • Prevenir la formación de cálculos de calcio: píldoras de agua o diuréticos de tiazida y soluciones de fósforo.
  • Tratar cálculos de ácido úrico: alopurinol (Zyloprim).
  • Tratar cálculos de estruvita: antibióticos

¿Qué tamaño debe tener un cálculo renal para ser operado?

Por lo general, si el tamaño del cálculo es igual o inferior a 6 milímetros, se recomienda seguir los remedios naturales mencionados anteriormente. También puede implicar tomar medicamentos específicos.

Pero cuando el tamaño de la piedra es igual o superior a 7 milímetros, puede ser necesaria una cirugía de mínima invasión, como es la nefrolitotomía percutánea.

¿Cómo prevenir cálculos renales?

Antes hemos conocido qué es bueno para tratar las piedras del riñón. Estos mismos consejos también aplican como medidas de prevención.

En general, como la genética es difícil de modificar, procura centrarte en aquellos aspectos de tu vida que sí puedes mejorar.

Por ejemplo, adopta hábitos saludables, sigue una alimentación equilibrada rica en frutas y verduras y bebe mucha agua.

En definitiva, hay dos principales factores que pueden marcar la diferencia para evitar tener piedras en el riñón. ¡Éstos son!

Hidratación adecuada

Sin duda, beber suficiente líquido es la mejor medida preventiva.

Proveer a tu cuerpo con la cantidad de líquidos que necesita, aumentará la cantidad de orina y puede ayudar a limpiar los riñones, así como facilitar la expulsión de la piedra.

Pero, ¿Qué bebidas son buenas para las piedras en el riñón?

La bebida más indicada es agua potable filtrada. Y si al agua le añades zumo de limón exprimido, incluso mejor. En este artículo te explicamos por qué.

También puedes tomar zumos de cítricos naturales, limonada casera sin azúcar o ginger ale.

En cualquier caso, procura evitar o limitar al máximo cualquier bebida con azúcares añadido, altos niveles de sodio o aditivos. Por ejemplo, refrescos, jugos, tés o bebidas energéticas industriales.

Ten en cuenta que si estás deshidratado o con náuseas y vómitos intensos, puede que sea necesario introducir líquidos por vía intravenosa para tratar los cálculos.

Dieta para piedras en el riñón por oxalato de calcio

La alimentación juega otro papel importante en la formación de piedras en los riñones.

Antes de conocer qué alimentos deberías evitar o limitar, debes saber que el 80% del oxalato de calcio presente en tu cuerpo es producido por el cuerpo en sí. Y, por lo tanto, el 20% restante se forma de lo que comes.

Luego, hay una creencia popular que consumir alimentos ricos en proteína, vitamina D, calcio o cítricos puede fomentar la formación de oxalatos. Sin embargo, la evidencia científica realizada hasta el momento es contradictoria.

Por ejemplo, a pesar de que algunos cálculos renales están hechos de calcio y oxalato, obtener suficiente calcio en su dieta puede prevenir la formación de cálculos.

Así que consume alimentos ricos en calcio como leche, yogur natural, legumbres, verduras verdes de hoja oscura, frutos secos y semillas. También alimentos ricos en vitamina D como queso curado, champiñones, huevos camperos o salmón.

Lo que es seguro es que comer menos alimentos ricos en oxalato puede reducir el riesgo de desarrollar cálculos renales.

Los 10 alimentos más ricos en oxalato de calcio por cada 100 gramos son:

  • Espinacas: 780 mg de oxalato
  • Remolacha: 675 mg de oxalato
  • Café en polvo: 650 mg de oxalato
  • Acelga: 645 mg de oxalato
  • Cacao en polvo: 600 mg de oxalato
  • Germen de trigo: 270 mg de oxalato
  • Nuez: 200 mg de oxalato
  • Cacahuete: 187 mg de oxalato
  • Chocolate: 120 mg de oxalato
  • Perejil: 100 mg de oxalato

Otros alimentos que destacan por su contenido en oxalato son las patatas, judías, puerro, apio, almendras, kiwi o soja.

Dieta para piedras en el riñón por ácido úrico

Se ha demostrado que una dieta rica en purinas puede aumentar el nivel de acidez de la orina.

La purina es una sustancia química incolora que las células usan para elaborar los elementos clave del ADN y el ARN.

Se encuentra en las proteínas animales, como el pescado, los mariscos, las aves, los productos lácteos y las carnes.

Así que si tienes antecedentes de cálculos renales por ácido úrico, procura eliminar o limitar en tu dieta estos alimentos:

  • Carne de res, pollo, cerdo y casquería.
  • Pescado y marisco.
  • Lácteos: leche, queso, yogur y huevos.
  • Alimentos procesados: comida rápida, comida congelada y aperitivos salados.

En vez, reemplaza la proteína animal por quinoa, tofu, hummus, brócoli, setas, judías y semillas de chía y cáñamo.

Conclusión

Los cálculos renales pueden convertirse en algo muy doloroso y estresante, pero afortunadamente existen varias formas que pueden ayudar a controlar los síntomas y expulsarlos.

Intenta mantenerte bien hidratado y hacer los cambios necesarios en tu dieta para prevenir la formación de piedras renales a largo plazo.

Una forma de empezar es reduciendo la ingesta de sal y proteínas animales y comiendo alimentos ricos en oxalatos con moderación.

Por ejemplo, puedes empezar a reemplazar las espinacas por col rizada y el perejil por eneldo o albahaca.

Si necesitas ayuda para saber cómo introducir estos cambios en tu alimentación, quizás te pueda interesar nuestro asesoramiento nutricional personalizado.

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