¿Buscas ideas para saber cómo organizar una semana de bienestar empresarial en tu empresa?
En este artículo, aprenderás cuáles son los aspectos clave a tener en cuenta antes de llevar a cabo iniciativas que fomenten el bienestar de los trabajadores.
Además, si te quedas hasta el final, compartimos contigo las mejores ideas que puedes ofrecer en tu semana wellness. ¡Empezamos!
¿Por qué invertir en el bienestar laboral en una empresa?
Estudio tras estudio demuestran que cuidar a los empleados tiene un impacto directo en su productividad y motivación, suponiendo mayores beneficios para la empresa.
El absentismo laboral, la atracción y retención de talento, así como el rendimiento laboral pueden verse influenciados en gran medida por implementar una cultura del bienestar.
Por otro lado, a pesar de la intención por parte de la compañía, les supone un verdadero reto a las empresas saber cómo diseñar un programa de bienestar laboral efectivo y medible.
A esto, hay que sumarle que tras la pandemia del COVID-19, ha habido un cambio en las prioridades de los empleados, dando cada vez más importancia a beneficios no salariales.
Ambos detonantes han llevado a las empresas a reformular sus objetivos y ver la necesidad de crear un departamento dedicado a velar por el bienestar del empleado. Un departamento, ligado a Recursos Humanos, que se suele nombrar como People and Culture.
Sin embargo, el personal encargado de identificar e implementar medidas de bienestar eficaces suele tener un presupuesto muy limitado y dificultades para motivar al resto de miembros de la compañía.
Aquí es donde contar con un consultor de bienestar organizacional externo resulta muy útil. Un profesional clave que ayuda a reconocer las necesidades reales de los empleados y saber qué acciones medibles ejecutar para fomentar su bienestar.
¡Conoce los 7 grandes beneficios que tiene invertir en el bienestar de los trabajadores!
Cómo diseñar un programa de bienestar laboral efectivo
Entendiendo la importancia de apostar por cuidar a los trabajadores y sabiendo que los principales factores que afectan a su bienestar son el estrés, la alimentación, el ejercicio físico, las relaciones sociales y el sueño, se cuenta con todos los ingredientes para definir la estrategia a seguir.
A continuación, analizamos paso por paso cómo diseñar un programa de bienestar laboral efectivo:
Evaluar el clima laboral
Lo primero es realizar un ejercicio de realidad al llevar a cabo un diagnóstico del clima laboral actual.
Con la ayuda del wellness coach, se llevan a cabo encuestas y test que permitan medir de forma precisa el estado emocional de los empleados.
Algunos de los test más utilizados son la Escala de Estrés Percibido, el Índice de Calidad de Sueño de Pittsburgh o el Cuestionario de Felicidad de Oxford.
Sin embargo, cada empresa es diferente y el asesor de bienestar ayudará a identificar qué herramienta de medición es la más precisa en cada caso.
Definir los objetivos a alcanzar
Tras conocer las necesidades de las personas, sus hábitos y patrones de conducta, se diseña un programa que permita mejorar los parámetros actuales y se vea reflejado en mejores resultados profesionales.
En algunos casos este paso se realiza antes de evaluar el clima laboral. Todo depende del tipo de plantilla, si ya hay unos objetivos preestablecidos por la dirección ejecutiva o el contexto social en ese momento.
Por lo general, el programa de bienestar suele dividirse en varias etapas y estas a su vez en acciones más concretas.
La finalidad es hacer una evolución progresiva para ir introduciendo pequeños cambios que perduren en el tiempo y no provoquen el rechazo o un efecto adverso en la plantilla.
Medir y analizar los resultados obtenidos
Una vez la estrategia ha sido definida y se han empezado a implementar medidas de mejora, es vital saber cómo medir los resultados, con qué frecuencia y cómo interpretarlos.
En resumen, el consultor ejecutivo planteará los mecanismos de medición más precisos para saber cuál ha sido su impacto y cuál es el retorno de la inversión de las acciones implementadas.
Mejorar y estandarizar los procesos
Al haber medido e interpretado el plan ejecutado, se plantean las correspondientes mejoras y ajustes necesarios para optimizar los resultados de cada acción.
Este paso también es clave para valorar si el plan estratégico de bienestar debe ser rediseñado y para estandarizar los procesos que permitan ejecutar el plan en el futuro de forma exitosa.
Cómo diseñar un programa de bienestar laboral efectivo
Una vez que conocemos cuál es la estructura que debe tener un programa de bienestar laboral exitoso, te damos ideas y ejemplos para saber cómo organizar una semana de bienestar en la empresa.
Ten en cuenta que esta propuesta es sólo un ejemplo y que varía según muchos factores, como el número de empleados, sector, ubicación, cultura, situación económica, etc.
En general, las empresas suelen dividir la semana en cuatro días laborales, ya sea de lunes a jueves o de martes a viernes. Esto se debe a que los lunes y los viernes suelen ser los días que más personal está fuera de la oficina o disponen de jornada intensiva.
En algunos casos, se celebra coincidiendo con un hito de la empresa, se le da una temática en concreto o se ofrecen premios a su finalización para involucrar al personal.
Por otro lado, algunas organizaciones prefieren realizar este programa fuera de sus instalaciones, como en un viaje o retiro de empresa.
De todos modos, nuestra recomendación es confeccionar una estrategia de bienestar anual y continua, en vez de solo realizar acciones puntuales a lo largo del año.
Aclaradas todas estas cuestiones, el ejemplo a continuación tiene en cuenta cuatro días y varias horas al día, sin una temática definida y se realiza en las oficinas de la empresa.
Primer día
El primer día se conoce como día de conciliación. Después de haber evaluado el clima laboral y haber informado a los empleados del programa a realizar, el día suele empezar con una reunión colectiva.
Es el momento de congregar a todos los participantes y explicar en más detalle en qué va a consistir la semana, qué pueden esperar de ella y cómo gestionar su trabajo cuando no estén disponibles.
Por lo general, las empresas suelen realizar varias jornadas de bienestar para asegurarse de que todos participen y su trabajo sea cubierto a lo largo de la semana.
Por eso, es imprescindible realizar una correcta delegación de tareas críticas los días previos e informar a los grupos de interés su baja disponibilidad futura.
Así, el participante no tendrá que ser interrumpido con “tareas urgentes” o reuniones imprevistas.
Según nuestra experiencia, es el estrés causado por no estar trabajando o haber delegado las responsabilidades lo que impide que el participante realice las acciones de bienestar con éxito.
Por otro lado, se suele dividir a los participantes en grupos interdepartamentales. Sobre todo, con aquellas personas con las que no tienen apenas o muy poco contacto en su día a día.
Algunas iniciativas que se pueden realizar el primer día son:
- Taller de cocina en la cantina: crear 3 grupos de trabajo donde uno se encargue de los entrantes, otro del plato principal y el tercero del postre.
- Búsqueda del tesoro: se les facilita un mapa del tesoro que deben encontrar tras ir resolviendo acertijos y encontrando pistas relevantes. De esta forma, se trabaja el pensamiento analítico, la lógica, el trabajo en equipo y la movilidad al desplazarse de un lugar a otro.
- Hacer una acción social: recaudar dinero para donarlo a un proyecto social, construir elementos que puedan ser útiles para personas sin techo o en exclusión social o pintar camisetas que serán entregadas a niños enfermos ingresados en un hospital.
Segundo día
El segundo día ayuda a reforzar las acciones realizadas el día anterior y busca incidir en hacer hincapié en uno de los tres pilares clave, como son la nutrición, la actividad física o el estado emocional.
Por ejemplo, si se quiere hacer hincapié en la actividad física, se puede ofrecer:
- Servicio de fisioterapia manual: que mejore la movilidad del individuo, al mismo tiempo que alivia el estrés.
- Taller de ergonomía: realizar un taller de ergonomía puede prevenir muchas bajas laborales al entender los empleados la importancia de una buena higiene postural. Suele incluir una parte teórica y otra práctica para ajustar su puesto de trabajo o proporcionar material de oficina ergonómico, como un teclado de ordenador, un ratón inalámbrico o una silla ergonómica de oficina.
- Estudio biomecánico de la pisada o test de movilidad: son otras dos excelentes formas de identificar y prevenir desequilibrios corporales que limiten la movilidad de la persona.
Tercer día
Por consiguiente, el tercer día se centrará en otro pilar esencial, como por ejemplo, la alimentación.
Concienciar y promover hábitos de alimentación saludables es esencial para garantizar la buena salud de los empleados.
Algunas ideas que suelen tener muy buena aceptación son:
- Talleres dinámicos de nutrición: mediante juegos prácticos se enseña a los participantes a saber cómo crear un menú semanal, hacer la compra o preparar una comida principal. En la Escuela de Antienvejecimiento somos expertos en talleres de nutrición. Llevamos 4 años realizando talleres en diferentes países con una valoración media y grado de utilidad medio superior al 9 sobre 10. Pide más información aquí.
- Asesoramiento nutricional: ofrecer un servicio personalizado de consultoría nutricional es otra excelente forma de que la persona reciba toda la ayuda necesaria para tomar el control sobre su alimentación.
- Alimentos saludables al alcance: ofrecer servicio de fruta fresca semanal, retirar las máquinas de vending repletas de productos procesados o subvencionar la comida en la cantina puede alentar a más personas a comer más sano.
Cuarto día
Por último, el cuarto día sirve para evaluar cómo ha ido la semana y fijar cuáles serán las acciones a realizar en el futuro para continuar con el progreso alcanzado.
Además, suele ser el mejor día para enfocarse en trabajar el bienestar emocional de las personas. ¿Por qué?
A diferencia de la actividad física y la nutrición que pueden aportar resultados a corto plazo, el estado emocional requiere de más tiempo para ver mejoras notables. En especial, para aquellas personas con estrés crónico, ansiedad o depresión.
Tras varios días trabajando los otros pilares esenciales, se allana el camino para facilitar la mejora emocional de los participantes.
Este día puede dedicarse a potenciar la gratitud, la compasión y la sostenibilidad, al realizar:
- Charlas de meditación: se centran en ser más conscientes con uno mismo y desconectar de las preocupaciones que nublan a diario nuestra mente. También es posible organizar caminatas meditativas en la naturaleza.
- Práctica de yoga: el yoga es una excelente forma de escuchar a nuestro interior y focalizar la atención de nuestra respiración, mientras alineamos nuestro cuerpo y fortalecemos el sistema inmune.
- Pintar: muchas personas encuentran una relajación absoluta al pintar en lienzo, ya que pueden plasmar su creatividad. Otras opciones son realizar un taller de risoterapia o participar en una sesión de música al tocar distintos instrumentos.
Conclusión sobre cómo organizar una semana de bienestar empresarial
A lo largo de este artículo, hemos visto cuál es la estructura de un plan de bienestar laboral e infinidad de ideas que se pueden implementar.
Diseñar un programa de bienestar empresarial es un asunto delicado que requiere de profesionales experimentados para ejecutarse de forma correcta.
El objetivo es que los empleados se sientan mejor a la vez que mejoran su rendimiento laboral y la empresa fortalece su cultura.
Si necesitas ayuda profesional, echa un vistazo a nuestros servicios de bienestar para empresas.
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