Desde que éramos pequeños hemos visto como en casa se utilizan pastillas de caldo para preparar todo tipo de sopas o guisos.

Estos cubitos se han convertido en un componente esencial para dar un sabor más intenso a platos tan tradicionales como el cocido madrileño o la sopa de fideos.

Pero realmente, ¿de qué están hechos? ¿son saludables? ¿cómo se usan? En este artículo daremos respuesta a estas preguntas. Además, te enseñaremos a saber elegir las mejores e, incluso, a cómo hacerlas por ti mismo. ¡Empezamos!

¿Cuáles son los ingredientes de las pastillas de caldo?

¿Qué llevan estas pastillas de sabor para cocinar que se suelen considerar indispensables en muchos hogares?

Si bien hay distintos tipos, por ejemplo, de pollo, carne, verduras o pescado, casi todas contienen los mismos ingredientes, que no son muy sanos que digamos.

Es decir, casi todos los cubitos en los supermercados cumplen estos tres criterios:

  • Alto contenido en sal
  • Uso de grasas poco saludables y potenciadores de sabor
  • Bajo contenido de su alimento destacado

Si das la vuelta a su envase para leer la información nutricional, verás que el primer ingrediente no es el alimento al que dan nombre, como el pollo. En este caso, el principal componente es la sal.

Después de la sal, encontrarás potenciadores de sabores, siendo el más utilizado el glutamato monosódico (GMS). Se trata de un aditivo alimentario muy común en la industria alimentaria para mejorar el sabor de la comida procesada. Este ingrediente no solamente que se relaciona a diferentes condiciones médicas, sino que también incrementa el apetito.

También, verás algunos ingredientes muy poco saludables que quizás no reconozcas. Entre ellos, conservantes, jarabes, aromas, almidones o derivados del azúcar. Su función es espesar y potenciar aún más el sabor.

Tras quedar desorientados con los componentes anteriores, veremos que también contienen aceite. Sobre todo, aceites vegetales hidrogenados, altamente inflamables para nuestro cuerpo por ser ricos en Omega 6.

Ya por último, se encuentran las verduras, especias y el “ingrediente principal” en cantidades ridículas (inferiores al 3%).

¿Es el bovril saludable?

Quizás te hayan recomendado utilizar bovril como sustituto de las pastillas de caldo. Este se puede encontrar en supermercados comunes, como Mercadona.

Se trata de una salsa que se obtiene del extracto de la carne y los huesos del buey. Es decir, un caldo concentrado de carne de vacuno que contiene gluten.

Al igual que los cubitos de sabor, contiene un alto contenido de sal, colorantes, potenciadores de sabor y conservantes artificiales. Aunque pueden dar buen sabor a tus platos, no le harás un favor a tu salud.

Por lo tanto, podemos concluir que no son sanos y conviene añadir a tus guisos directamente ternera o huesos bovinos (puedes pedírselos a tu carnicero).

¿Quién no debería consumir pastillas Avecrem?

Al igual que sucede con los pañuelos, que se suelen llamar por defecto por la marca Kleenex, lo mismo ocurre con los cubitos de sabor para cocinar.

En España, la mayoría de personas las conocen como Avecrem (de Gallina Blanca), aunque sean de otro fabricante como Knorr, Maggi o Carrefour.

Como acabamos de ver, este producto de alimentación destaca por su alto contenido de sal y sodio. De ahí que no sea indicado para ciertas personas.

Según la OMS, se recomienda limitar el consumo de sal en los adultos a 5 gramos al día. Pues bien, una sola unidad ya supera la cantidad de sal diaria recomendada.

Aquí, hay pocas excepciones. Una de ellas es la pastilla de caldo concentrado de Hacendado que se queda cerca. Pero, en muchos casos, la cantidad de sal se supera cuando se añaden otros alimentos al hervido.

Por lo tanto, no son muy indicadas para todas aquellas personas que sufran enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial o retención de líquidos.

Por desgracia, muchos de los productos procesados que forman parte de la alimentación cotidiana también contienen mucha sal. Como consecuencia, la población tiende a duplicar, incluso triplicar la ingesta diaria recomendada de sal.

¿Cómo hacer sencillas y saludables pastillas de caldo caseras?

Tras leer este artículo, quizás prestes más atención a las pastillas que compras. Como regla general, cuantos más ingredientes se emplean, sobre todo aquellos que desconoces, más artificiales serán.

Un sustituto del Avecrem pueden ser las pastillas ecológicas para cocinar, como por ejemplo, las de Santiveri, Soria Natural o las de Biogoret, tanto de verduras como de ternera.

Otra opción es hacer tu mismo pastillas Avecrem 100% natural. De esta forma te aseguras utilizar solo alimentos frescos sin glutamato.

Ingredientes para preparar pastillas caseras de caldo de verduras

Necesitas:

  • 600 gramos de verduras, como cebolla, puerro, apio, calabacín y zanahoria.
  • 300 gramos de sal marina gruesa. En caso de sufrir hipertensión, reducir a la mitad incluso no añadir sal por completo.
  • 2 cucharadas de vino blanco. Si preparas pastillas de carne o prefieres el vino tinto, añadir la misma cantidad.
  • 1 cucharada de aceite oliva virgen extra.
  • Hierbas y especias al gusto. Recomendamos añadir unos manojos de perejil fresco.

Otras opciones (manteniendo las cantidades anteriores):

  • Carne o pollo: añade 300 gramos de una carne magra sin grasa, piel o nervios. La más aconsejable es utilizar ternera o muslos de pollo. Para ahorrar tiempo, pide a tu carnicero que convierta la carne en carne picada.
  • Pescado: añade 300 gramos del lomo sin espinas de un pescado blanco, como rape, merluza o bacalao desalado.

Preparación

Tras lavar y cortar las verduras en pequeños trozos, pon en una olla a fuego alto el aceite de oliva. Cuando se haya calentado el AOVE, añade las verduras y la sal (si decides usar carne o pescado, añádelos unos minutos antes que las hortalizas).

Cocina durante unos minutos hasta que los alimentos se doren e incorpora el vino hasta que se evapore el alcohol que contiene.

Baja el fuego al mínimo, remueve cuando sea necesario (cada media hora) y deja cocinar durante dos horas.

Pasa todo a un bol y tritúralos con una batidora hasta obtener una pasta homogénea.

Enciende el horno a 150ºC. En una bandeja de horno, pon papel para hornear y echa la pasta creada. Mete la bandeja al horno durante una hora hasta que se haya secado toda la humedad de la pasta.

En caso de seguir estando húmedo, puedes utilizar papel de cocina absorbente o dejar la pasta dentro del horno durante más tiempo. Pero ¡ojo que no se queme.

Deja que la pasta se enfríe cuando haya sido retirada del horno y guárdala en un tarro de vidrio o tupperware. Ahora solo tienes que usar una cucharada sopera cada vez que vayas a cocinar con ellas.

Por su alto contenido en sal puede durar bastante sin llegar a endurecerse. Puedes guardar el frasco en la nevera hasta dos meses o congélalo en cubitos hasta seis meses. Así, puedes ir sacando cada vez que sea necesario.

Receta de concentrado de sabor estilo Avecrem con Thermomix

La mejor preparación que hemos encontrado es la de Recetas para Thermonix. Basta con utilizar:

  • 400 gramos de pescado, ternera o muslos de pollo deshuesados, sin piel o espinas
  • 100 gramos de sal
  • 150 gramos de cebolla
  • 100 gramos de zanahoria
  • 60 gramos de ajo
  • 50 gramos de perejil
  • 2 cucharaditas de pimienta

Una vez hayas introducido todos los alimentos en el recipiente del robot de cocina, selecciona la velocidad 7 durante 10 segundos para triturarlos muy bien. En caso que se hayan quedado restos en las paredes del vaso, usa la espátula para bajarlos y repite este paso con la misma velocidad y duración anterior.

Después, selecciona la velocidad 2, tempertura varoma durante 30 minutos. Mientras tanto, coloca papel vegetal en la bandeja del horno y enciende el horno para alcanzar una temperatura de 150º C.

Cuando haya terminado la Thermonix, extiende la mezcla creada sobre la bandeja de forma uniforme e introdúcela en el horno durante 45 minutos. Así, lograrás una masa de textura dura.

Vuelve a meter la masa en el vaso del robot y programa la velocidad 10 durante 30 segundos para formar un polvo.

Por último, puedes guardarlo en un tupper, recipiente de cristal o hacer cubitos. Sólo necesitas entre una y una cucharada y media para cada uso.

¿Cómo usar las pastillas de caldo?

Muchas personas se preguntan cuántas pastillas de caldo caseras deben utilizar por cada litro de agua.

Todo depende del plato que se desee preparar y la intensidad que se desee obtener de su sabor. Siempre que busques un sabor más suave, sólo tienes que añadir más agua o caldo a las siguientes recomendaciones.

Aquí están las preparaciones más comunes:

  • Sopas, caldos o hervidos: añadir un cuadradito concentrado por cada medio litro de agua a hervir. Una vez que se haya añadido la pastilla, remover con frecuencia para que se deshaga uniformemente.
  • Guisos: Desmenuzar y distribuir la pastilla en la preparación removiendo a fuego medio.
  • Asados: En vez de echarla directamente sobre el resto de alimentos y remover hasta deshacerse, conviene dejarla antes en agua caliente para que se diluya. Después, solo tienes que ir añadiendo el caldo creado poco a poco. Si buscas un sabor muy intenso, utiliza un cubito para un vaso de agua. De lo contrario, entre medio y un litro de agua.

Ten en cuenta que estas cantidades pueden variar según la marca elegida. Por ello, conviene seguir las instrucciones que aparecen en el envase del producto.

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