Aunque se ha puesto de moda recientemente, el té kombucha se originó hace más de 2000 años en China o Japón.

Pero la parte aún más interesante es que esta bebida ganó popularidad en el resto del mundo gracias a Josef Stalin a principios del siglo XX.

Después de emprender una búsqueda de remedios para evitar el cáncer, el líder soviético descubrió la kombucha y aconsejó su consumo.

Ya lo sé, la imagen de Stalin degustando una kombucha fría no es lo primero en que piensas cuando ves esta bebida en la carta de un bar hipster. Pero, a veces los hechos son muy impredictibles.

Sin embargo, lo que sí que podemos predecir es que la kombucha te va a encantar. ¿Por qué? ¡Continúa leyendo y descúbrelo!

¿Qué es la kombucha y para qué sirve?

La kombucha es una bebida a base de té negro o verde, fermentado con cepas específicas de bacterias, levadura y azúcar.

El proceso de fermentación dura al menos una semana, tiempo en el cual las bacterias y las levaduras forman una capa similar a un hongo en la superficie del líquido. Es por eso que la kombucha también se conoce como «té de hongos«.

Es a esta capa que se le conoce también como “SCOBY”.

En su turno, esta sustancia conteniendo colonias de bacterias y levaduras vivientes se puede usar para fermentar nueva kombucha.

Por lo tanto, el té kombucha es un organismo vivo en crecimiento.

De hecho es bastante similar a las culturas que activan el yogur y transforman el repollo en chucrut.

¿Cómo se produce el té kombucha?

Se produce gracias a la combinación de bacterias, levaduras y azúcar.

Al descomponer el azúcar en la kombucha, las levaduras producen al mismo tiempo etanol, vitaminas B, dióxido de carbono y ácidos.

Todas estas sustancias, más el azúcar, nutren a las bacterias, que llevan a cabo el proceso de fermentación y producen, en su turno, ácidos.

Estos ácidos son los que vuelven el té gaseoso.

¿Tiene alcohol y teína?

Debido al etanol producido por las levaduras durante el proceso de fermentación, el té kombucha tiene algo de alcohol.

Sin embargo, la cantidad es muy baja, no superando en general el 0.5%, por lo que la podemos considerar una bebida sin alcohol.

Por otro lado, el té kombucha hecho en casa puede llegar a contener hasta el 3% de alcohol, especialmente si se deja fermentar más tiempo de lo recomendado.

En cuanto a la teína, debido a que el té negro y verde empleado para elaborar esta bebida la contiene, la kombucha también tiene teína.

No obstante, ya está disponible en sabores sin teína como el té rojo Pu Erh, frutas del bosque o rooibos. Además, los estudios mostraron que después de la fermentación, solo se mantiene alrededor de un tercio de la cantidad de teína contenida en el té inicial.

En otras palabras, si una taza del té negro empleado contiene 30mg de cafeína, la misma taza de kombucha solo llevará unos 10mg de cafeína.

¿Cuáles son las propiedades de la kombucha?

La razón principal por la cual el té kombucha gana cada vez más popularidad es (excepto por su sabor refrescante) su alto contenido en probióticos.

Estas sustancias son clave para mantener el equilibrio de la flora intestinal, mejorar la digestión y fortalecer el sistema inmunitario.

De hecho, se ha demostrado que el 70% del sistema inmunitario reside en nuestro intestino, por lo que la salud de este órgano es directamente proporcional con nuestra salud general.

También, la kombucha elaborada a base de té verde mantiene todas las propiedades de esta bebida antioxidante.

Entre otros, puede promover el metabolismo y la quema de grasas, así como regular los niveles de colesterol y azúcar en sangre.

Además, gracias a su alto contenido en polifenoles, el té verde contrarresta el daño causado por los radicales libres y puede prevenir tumores.

¿Qué beneficios tiene el té kombucha para la salud?

Antes de contarte cuáles son sus posibles beneficios para la salud, me gustaría resaltar que a día de hoy no se han hecho suficientes estudios en humanos como para sacar una conclusión inequívoca.

De hecho, sus efectos sobre la salud se basan principalmente en estudios en ratas y en los testimonios de los bebedores.

Los beneficios nombrados más a menudo son:

  • Reducir la inflamación: gracias a su alto contenido en antioxidantes.
  • Equilibrar la flora intestinal: por su contenido en probióticos.
  • Mejorar la salud del cabello, la piel y las uñas: gracias a su aporte en vitaminas del complejo B.
  • Efecto antibiótico contra bacterias y levaduras cándida: por el ácido láctico.
  • Reducir el colesterol y prevenir su oxidación: al ser rica en polifenoles.
  • Promover la función hepática.

Contraindicaciones y efectos secundarios: ¿Qué personas no pueden tomar té kombucha?

Aunque el té kombucha puede ser beneficioso, su consumo también tiene sus riesgos, especialmente si ha sido contaminado o sobre-fermentado.

Los efectos secundarios más comunes son el malestar estomacal y algunas reacciones alérgicas, pero también hubo informes de problemas renales, toxicidad hepática, enfermedades de la piel y acidosis metabólica.

Es por eso que las personas con una sensibilidad intestinal, renal o hepática deberían consultar a su médico antes de probar la kombucha.

También es verdad que la mayoría de problemas ocurre en las preparaciones caseras, donde el riesgo de contaminación es muy elevado.

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¿Cómo hacer té kombucha en casa?

Si te han entrado ganas de preparar tu kombucha en casa desde cero, tienes que saber que este proceso tardará por primera vez hasta 40 días.

Eso se debe a que la madre de kombucha (scoby) tarda hasta 4 semanas en estar lista y luego hay que hacer también la primera y segunda fermentación.

También hay que notar que no es posible hacer kombucha sin azúcar, ya que este ingrediente es clave para la fermentación.

No obstante, casi todo el azúcar se consume por las bacterias durante el proceso, por lo que el producto final apenas contiene azúcar.

Para elaborar el scoby y hacer la primera fermentación, necesitas agua purificada, té negro o verde, azúcar y kombucha comprada.

Es en la segunda fermentación cuando puedes añadir sabores como limón, jengibre, manzana o extracto de cereza.

Lo más importante a la hora de preparar kombucha en casa es la higiene absoluta tanto de tus manos, como de todos los recipientes empleados.

Aún así, el riesgo de contaminación por bacterias y levaduras patógenas es muy alto, por lo que desaconsejamos encarecidamente la producción casera.

¿Cómo se debe tomar el té de kombucha?

Si nunca has tomado esta bebida, se recomienda empezar con cantidades pequeñas de hasta 100 ml al día para ver cómo reacciona tu cuerpo.

De esta forma, también le das tiempo a tu organismo a adaptarse a los nuevos probióticos.

Una vez sepas que no tiene efectos secundarios, puedes aumentar su consumo, pero sin sobrepasar los 400 ml al día.

También, recomendamos optar siempre por marcas de renombre para asegurarte de la calidad y seguridad del producto.

En cuanto a cómo se cuida, el té kombucha debería guardarse en la nevera para prevenir una actividad excesiva de las bacterias.

De esta forma, esta bebida fría es un buen sustituto a los refrescos y a la cerveza.

¿Cuánto dura la kombucha abierta?

Dado que es un producto fermentado, la kombucha tiene una vida útil prolongada.

Debido a la legislación, es obligatorio que la botella figure una fecha de consumo preferente. Esta suele ser de 12 meses después de la producción tanto si se conserva dentro como fuera de la nevera.

No obstante, una vez pasada la fecha etiquetada, la kombucha no se pone necesariamente mala, sino que su sabor puede cambiar ligeramente.

Tan pronto como se abre la botella, la kombucha interactúa con el aire, por lo que se recomienda consumirla dentro de una semana.

También, es mejor guardarla en la nevera para prevenir la sobre-actividad de las bacterias. Si no, eso podría conllevar a un exceso de carbonatación, un sabor agrio y producción de alcohol.

¿Cómo saber si está bien?

Aunque la kombucha dura mucho, hay ciertas situaciones en las que es mejor desechar la bebida y abrir una nueva botella.

Si ha superado mucho la fecha de consumo preferente o no se ha almacenado correctamente, el té tendrá un sabor demasiado agrio o avinagrado.

También, si ha sido fermentada en exceso, es posible que el tapón tenga un bulto o que la bebida explote fuera una vez abierta la botella.

En este caso, es mejor no tomarla.

Por otro lado, si hay partículas que flotan en la bebida u otros sedimentos, esto no significa que el té kombucha no esté bien. De hecho, eso es normal si la bebida ha sido abierta hace tiempo.

En este caso, voltear suavemente la botella para mezclar la kombucha antes de beberla.

¿Qué pasa si tomo mucha kombucha?

Al ser ácida, tomar demasiada kombucha puede provocar malestar estomacal, náuseas y diarrea, así como sobrecargar el hígado y los riñones.

Del mismo modo, un consumo excesivo puede ser nocivo para los dientes, al afectar el esmalte.

¿Dónde comprar y cuánto vale?

Personalmente, nos gusta el té kombucha de las marcas Komvida, Mucha Kombucha, Kombutxa, La Kombucheria, Captain y Kevita.

Estas se pueden comprar a través de su página web, en tiendas especializadas, en varias cafeterías de especialidad, así como en grandes superficies como El Corte Inglés.

El precio ronda los 2 hasta 3 euros por botella y sube hasta 4-5€ en los bares.

Además, recientemente hemos encontrado esta bebida también en Lidl, bajo su propia marca a un precio más asequible de 1.5€.

Aún así, te invitamos a optar por una procedente de agricultura ecológica certificada y elaborada mediante técnicas tradicionales como la Bio Kombucha.

¡Haz clic en la siguiente imagen para obtener más información!

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Bio Kombucha de Jengibre - Fuente: La Kombucheria

Conclusión sobre el té kombucha

Esta bebida a base de té verde o negro puede ser un sustituto más saludable a los refrescos industriales.

Además de su sabor refrescante y efervescente, el té kombucha destaca por ser una buena fuente de probióticos.

De esta forma, puede ser un buen aliado para todas aquellas personas que desean mejorar su digestión y salud intestinal.

Sin embargo, también tiene contraindicaciones y no debe tomarse en exceso, por lo que no recomendamos tomarlo a diario.

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