El aceite de girasol es un tema bastante controversial. Algunos afirman que es sano y bueno para cocinar, mientras que otros sostienen que se debería evitar a todo coste.
Por eso, en el artículo de hoy, vamos a analizar si el aceite de girasol es bueno o malo para la salud.
Para responder a esta pregunta, hay que entender primero qué tipos de aceite de girasol hay y de qué se componen.
¿Qué tipos de aceite de girasol hay?
Hay 4 principales tipos de aceite de girasol: el alto-linoleico, el medio-oleico, el alto-oleico y el alto oleico y esteárico.
Las botellas de aceite que compramos para cocinar en casa suelen contener uno de los primeros tres tipos, mientras que el cuarto se usa principalmente en productos envasados como chocolate, helados y fritos industriales.
Tal y como indican sus nombres, algunos aceites de girasol son altos en ácido linoleico, y otros en ácido oleico.
Ahora bien, veamos cuál es la diferencia entre estas sustancias.
¿Cuál es la diferencia entre ácido oleico y linoleico?
Por un lado, el ácido linoleico, conocido también como omega 6, es un ácido graso poliinsaturado. Por otro lado, el ácido oleico, u omega 9, es un ácido graso monoinsaturado.
Ambos se usan por el cuerpo como energía y contribuyen a la fortaleza de varios tejidos.
No obstante, reaccionan de forma diferente al estar expuestos a altas temperaturas y tienen efectos muy diferentes en el cuerpo.
La principal diferencia entre ambos es que el omega 9, es decir, ácido oleico, se asocia a la reducción del colesterol LDL (así llamado malo). Por lo tanto, puede contribuir a la reducción del riesgo de padecer enfermedades del corazón.
Por el contrario, el omega 6, o ácido linoleico, es responsable del proceso de inflamación en el cuerpo. Y mientras que necesitamos un cierto grado de inflamación para funcionar bien, demasiada inflamación en el cuerpo es la causa principal de la mayoría de enfermedades graves.
En otras palabras, ingerir un poco de omega 6 está bien, pero comerlo en exceso es perjudicial para la salud.
¿Por qué el aceite de girasol es malo?
Desafortunadamente, justo este es el problema con el aceite de girasol: se encuentra en tantos productos, que llegamos a ingerirlo en exceso.
¿Qué productos contienen aceite de girasol?
Basta con leer las etiquetas nutricionales de los productos envasados de los supermercados, y descubrirás que la mayoría contiene aceite de girasol. Incluso algunos en los que no te esperarías encontrarlo.
Algunos ejemplos son:
- latas de pescado y marisco
- patatas fritas y otros snacks salados
- salsas (como mayonesa, mostaza y hasta tomate frito)
- sopas preparadas (cremas de verduras, sopas en polvo y hasta gazpacho)
- pizza congelada
- margarina (que es prácticamente aceite vegetal puro)
- cremas untables dulces y saladas (de queso, pimientos, chocolate o avellanas)
- pimientos del piquillo y otras verduras de bote
- hummus comprado
- galletas
- golosinas
- productos de bollería industrial
Por lo tanto, las personas que consumen a diario este tipo de productos procesados, ingieren cantidades muy altas de aceite de girasol, lo que eleva la inflamación en el cuerpo.
En este caso, es mejor reemplazar este aceite por otros que tienen efectos antiinflamatorios, como el aceite de borraja o de oliva virgen extra.
Se vuelve tóxico al oxidarse
La razón por la que se dice que el aceite de girasol es bueno para freír es que tiene un punto de humo elevado. En otras palabras, empieza a descomponerse a temperaturas más altas que otros aceites.
No obstante, al calentarse de forma repetida por encima de los 180 grados Celsius, libera unos compuestos tóxicos para la salud llamados aldehídos.
Estas sustancias pueden dañar a las células y al ADN y por lo tanto pueden contribuir a padecer enfermedades degenerativas graves como el cáncer o Alzheimer.
Por eso, es posible que hayas escuchado que el aceite de girasol es cancerígeno.
Por desgracia, esto es justo lo que pasa con el aceite de girasol que se emplea para freír: se calienta mucho y repetidamente, por ejemplo para elaborar patatas fritas, buñuelos o churros.
¿Cuál es el valor nutricional del aceite de girasol?
El aceite de girasol es 100% grasa y contiene una alta dosis de vitamina E, un potente antioxidante con grandes beneficios para la salud y la piel.
Al mismo tiempo, este aceite es vegano, sin gluten y no contiene proteínas, hidratos de carbono o sodio.
Dependiendo de su tipo, el aceite de girasol puede ser más rico en ácidos grasos monoinsaturados o poliinsaturados.
Debido a que cada gramo de grasa contiene alrededor de 9 kcal, 100 mililitros de aceite aportan casi 900 kcal. Del mismo modo, una cucharada de aceite de girasol contiene alrededor de 100 calorías.
¿Tiene colesterol?
No, este aceite vegetal no contiene colesterol y por lo tanto a menudo es indicado para las personas que desean bajar el colesterol alto.
Además, teniendo en cuenta que el omega 9 se asocia con la reducción del colesterol LDL, lo mejor sería optar por un aceite de girasol alto oleico.
Si sueles comer alimentos fritos, pero te preocupa tu ingesta de grasas, puede ser una buena idea sustituir la freidora de aceite por una freidora de aire.
¿Cuál es la diferencia entre aceite de girasol refinado y sin refinar?
A lo mejor has escuchado que el aceite refinado de girasol es malo y que lo mejor es optar por su versión sin refinar. ¿Pero cuál es la diferencia entre ambos?
Por un lado, el aceite refinado pasa por un proceso en el que es filtrado y clarificado de cualquier impureza, al final del cual se obtiene un líquido transparente de color claro y casi inoloro.
Lo bueno de eso es que el aceite es más seguro para su consumo y aguanta mucho mejor a altas temperaturas de cocción. Por lo tanto, es un aceite bueno para cocinar. No obstante, también se pierden muchas de sus vitaminas y otros micronutrientes.
Por otro lado, el aceite sin refinar se extrae presionando en frío las semillas de girasol. Al no ser filtrado, es posible que se queden algunos contaminantes en el producto final. También, es importante guardarse en un lugar oscuro para prevenir su oxidación.
Este aceite crudo no aguanta temperaturas altas, por lo que no debería emplearse para cocinar. En vez, es ideal en ensaladas y platos fríos. Su ventaja es que contiene más nutrientes que el aceite refinado, sobre todo las vitaminas K y E.
Así que, optar por un aceite u otro depende del uso que le vas a dar y de la temperatura a la que lo vas a someter.
¿Qué aceite de girasol comprar?
Teniendo en cuenta toda la información presentada en este artículo, recomendamos optar por un aceite de girasol alto oleico para cocinar o freír.
O, optar por alguno de los mejores aceites de girasol sin refinar y prensados en frío para agregarlo en tus ensaladas, salsas caseras y sopas frías:
Conclusión sobre si el aceite de girasol es malo
En conclusión, el aceite de girasol en sí no es malo. De hecho, tiene varias ventajas como el contenido de vitamina E, la falta de colesterol y la presencia de ácidos grasos saludables.
Luego, hay tipos mejores y peores: el aceite de girasol alto oleico es mejor que el alto linoleico.
Pero lo que realmente marca la diferencia es la cantidad de aceite consumida y también su uso.
El exceso de aceite de girasol es definitivamente malo y también lo es su uso para elaborar alimentos fritos, especialmente al reutilizarlo.
Así que si te preocupa tu salud, te recomiendo leer las etiquetas nutricionales de los productos que compras y evitar el consumo diario de aceite de girasol. En otras palabras, evitar en la mayor medida posible los alimentos procesados.
En cuanto al aceite de girasol para cocinar en casa, opta por uno alto oleico en vez de alto linoleico y evita exponerlo a temperaturas muy altas o utilizarlo más veces.
También te recomiendo consumir predominantemente otros aceites más beneficiosos para la salud, como el aceite de oliva virgen extra, aceite de aguacate o aceite de nuez.
Y ahora, es hora de que conozcas los beneficios del aceite de onagra.
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