¿Notas que pierdes peso y masa muscular en exceso sin quererlo y te han dicho que puedes padecer caquexia?

En este artículo, aprenderás qué es esta condición, cuáles son sus causas, factores de riesgo, síntomas, tratamientos y mecanismos de prevención.

¿Qué es la caquexia y qué tipos hay?

La caquexia, en inglés cachexia, es un síndrome que provoca la pérdida de peso y desgaste muscular extremo.

Es una palabra que proviene del griego “kakos” y “hexis” (καχεξία), cuyo significado es mal estado o mala constitución.

Hay tres principales tipos de caquexia:

  • Precaquexia: es la pérdida de hasta el 5% del peso corporal a causa de una enfermedad, lo que suele provocar la falta de apetito, inflamación y cambios en el metabolismo.
  • Caquexia: es la pérdida de más del 5% del peso corporal durante 12 meses o menos, sin querer adelgazar mientras padeces una enfermedad conocida. También implica la disminución del apetito, inflamación, fatiga o pérdida de fuerza muscular.
  • Caquexia refractaria o cancerosa: ocurre en personas con cáncer e implica la pérdida de peso y masa muscular, así como una respuesta negativa al tratamiento del cáncer.

La caquexia en ancianos es más común, ya que son los adultos mayores quienes tienen más riesgo de sufrir enfermedades graves de salud.

¿Cuál es la diferencia entre caquexia y anorexia?

A diferencia de otros trastornos que implican la pérdida de peso y de músculo continuada, como la anorexia, la caquexia es involuntaria.

Es decir, quienes padecen caquexia crónica no adelgazan porque buscan perder peso al hacer ejercicio o seguir una dieta hipocalórica.

En cambio, la pérdida de peso es una consecuencia de comer menos como respuesta del cuerpo para combatir ciertas enfermedades.

Como consecuencia, el metabolismo cambia y el cuerpo descompone sus reservas de grasa y músculo para obtener más energía.

¿Todas las personas con caquexia están desnutridas?

No, no todas las personas con caquexia neoplásica están desnutridas.

Por ejemplo, una persona que tenía sobrepeso antes de desarrollar este trastorno puede alcanzar el peso y el porcentaje de grasa adecuado según su fisiología, a pesar de haber perdido una cantidad significativa de peso.

Sigue leyendo para saber por qué se produce.

¿Cuáles son las causas y los factores de riesgo de la caquexia cardíaca?

Si te preguntas cuándo aparece este síndrome, debes saber que puede variar en función de la fisiología de cada persona y la enfermedad subyacente que padezca.

Lo cierto es que suele afectar a las personas en las últimas etapas de enfermedades graves como:

  • Cáncer.
  • VIH o SIDA.
  • Esclerosis múltiple.
  • Artritis reumatoide.
  • Fibrosis quística.
  • Insuficiencia cardíaca congestiva.
  • Enfermedad de Crohn, renal crónica y pulmonar obstructiva.

Dicho esto, la probabilidad de padecer este trastorno varía según la enfermedad y la etapa en la que se encuentre. Por ejemplo, afecta:

  • Hasta el 80% de las personas con cáncer de estómago y otros tipos de cáncer del tracto gastrointestinal superior.
  • Hasta el 60% de las personas con cáncer de pulmón.
  • Del 5 al 15% de las personas con insuficiencia cardíaca congestiva o enfermedad pulmonar obstructiva.

Tras realizar diagnósticos médicos, las principales causas que se conocen son:

  • Aumento de la tasa metabólica y el gasto de energía.
  • Reducción de la ingesta o disponibilidad de nutrientes.
  • Aceleración de la descomposición del músculo.
  • Dificultad para crecer músculo.

Estas causas pueden conllevar a ciertas complicaciones, como:

  • Reducción de la esperanza de vida debido a la enfermedad subyacente.
  • Debilitamiento del sistema inmunológico.
  • Empeoramiento de la calidad de vida y pérdida de independencia.
  • Aumento de los síntomas de la enfermedad crónica subyacente.

¿Se puede morir por caquexia?

Sí. La muerte por caquexia es posible, ya que la persona no solo pierde peso, sino también se vuelve tan débil y frágil que su cuerpo es muy vulnerable a enfermar, sobre todo, si se padece de cáncer.

Alrededor del 80% de las personas con cáncer en etapa avanzada sufren caquexia (conocido como síndrome de anorexia-caquexia por cáncer) y casi un tercio de ellas mueren a causa de esta afección.

El motivo es que la inflamación y las células tumorales liberan sustancias que reducen el apetito y hacen que el cuerpo queme calorías más rápido de lo normal.

A esto hay que sumarle que el cáncer y sus tratamientos también pueden dañar el tracto digestivo, dificultando comer y absorber los nutrientes.

A medida que el cuerpo recibe menos nutrientes, quema grasa y músculo. Y, los pocos nutrientes disponibles son usados por las células cancerosas para sobrevivir y multiplicarse.

¿Cuáles son los síntomas de la caquexia?

Los síntomas de la caquexia son:

  • Atrofia muscular: caracterizada por la pérdida continua de masa muscular.
  • Fatiga: debilidad muscular o cansancio extremo que limita la realización de actividades físicas cotidianas.
  • Deterioro funcional: causando bajos niveles de energía y malestar general, como cambios de humor, falta de motivación o depresión.
  • Pérdida de peso y grasa involuntaria: adelgazar en exceso a pesar de recibir una nutrición adecuada o una gran cantidad de calorías.
  • Falta de apetito: implica perder el deseo de comer cualquier alimento y puede terminar en anorexia.
  • Hinchazón o edema: provocado por bajos niveles de proteína y albúmina en la sangre. La albúmina es una proteína producida por el hígado que ayuda a mantener el líquido dentro del torrente sanguíneo sin que se filtre a otros tejidos.
  • Inflamación.
  • Anemia.

¿Cómo se diagnostica?

A pesar de existir una amplia variedad de criterios para su diagnóstico, la regla más común es que la persona debe cumplir los dos siguientes requisitos:

  1. Está perdiendo de forma involuntaria más del 5% de su peso corporal durante 6-12 meses.
  2. Su índice de masa corporal (IMC) es inferior a 20 en una persona menor de 65 años, o inferior a 22 en una persona mayor de 65 años.

¿Cómo tratar la caquexia?

Una vez diagnosticada la caquexia, se busca el mejor tratamiento posible, intentando mejorar la calidad de vida y los síntomas que se padecen.

La realidad es que no existe un tratamiento específico para revertir este síndrome. De hecho, la terapia a seguir dependerá de la enfermedad subyacente asociada que se padezca.

Por este motivo, obtener más nutrición o aumentar el consumo de calorías no suele ser suficiente para detener la caquexia o la pérdida de peso y la degradación muscular.

En definitiva, los tratamientos más comunes son:

Cambiar la dieta

Al ajustar la dieta se puede notar una gran mejoría, especialmente si sigues una alimentación basada en alimentos procesados que promueven la inflamación del cuerpo. 

Por eso, el primer paso es reemplazar este tipo de alimentos por otros frescos y ricos en nutrientes.

Por otro lado, las personas con caquexia nutricional son más propensas a tolerar comidas altas en calorías en porciones pequeñas a lo largo del día, en lugar de tres comidas preparadas. Por eso, es importante encontrar la frecuencia adecuada de comidas diarias.

Además, también puede implicar tomar suplementos nutricionales para suplir posibles deficiencias o aumentar la ingesta de calorías entre comidas.

Usar estimulantes del apetito

Los medicamentos, como el dronabinol, el acetato de megestrol y los glucocorticoides pueden ayudar a mejorar las náuseas, el estado de ánimo y el apetito.

Aunque comer más no detendrá la evolución de este trastorno ni mejorará necesariamente sus síntomas, tener más apetito puede beneficiar la salud mental.

Además, al participar en comidas familiares y sociales, nos hace sentirnos un poco menos aislados.

Hacer ejercicio adaptado

A pesar de no existir evidencia científica suficiente que respalde que hacer deporte mejora este síndrome, practicar ejercicio ligero con pesas puede aumentar la masa muscular.

También puede mejorar la salud mental del paciente tras ser capaz de tener menos limitaciones cotidianas.

La práctica de ejercicio físico siempre debe de ser supervisada por un entrenador personal o fisioterapeuta cualificado.

Estos son los mejores ejercicios antiedad.

Recibir apoyo emocional

En especial en las etapas más avanzadas de este trastorno, cuando las ganas de comer desaparezcan, el respaldo social es vital para combatirlo.

Enfatizar la importancia social de comer en lugar de la cantidad de comida puede ayudar a una persona a reposicionar su relación emocional y psicológica con la comida.

¿Cómo prevenir la caquexia?

Como suele ser una consecuencia de una afección médica subyacente, su prevención pasa por tratar, curar o controlar la afección crónica subyacente.

Para ello, la mejor recomendación es mantener un estilo de vida saludable, lo que se traduce en:

  • Seguir una dieta equilibrada, a base de alimentos nutritivos y mínimamente procesados.
  • Practicar deporte moderado a diario.
  • Alcanzar el bienestar emocional, durmiendo lo suficiente y manejando los niveles de estrés.

Si necesitas ayuda para saber cómo adoptar nuevos hábitos saludables en cualquiera de estas áreas, busca ayuda médica o considera recibir asesoramiento personalizado.

Conclusión

La caquexia tumoral, que puede parecer irreversible y no tiene un tratamiento específico, puede mejorar al cambiar el estilo de vida.

Incluso, cuando la pérdida de peso severa e involuntaria y el desgaste muscular parecen inevitables a causa de enfermedades graves.

Ahora que conoces en qué consiste esta condición, te gustará saber cómo prevenir la sarcopenia.

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