Las investigaciones recientes sobre las células madre son muy prometedoras. Parecen ser una posible cura para tratar condiciones desde alopecia, artritis reumatoide y hasta cáncer.
Mientras que la rama de la ciencia sobre los tratamientos con células madre exógenas es bastante nueva y los resultados preliminares, lo que sí es cierto es que incrementar la producción natural de estas células se relaciona con la longevidad y salud del organismo.
Por eso, en el artículo de hoy te contamos cómo aumentar las células madre naturalmente mediante hábitos diarios, alimentos y suplementos nutricionales.
¿Qué son las células madre y para qué sirven?
Las células madre o stem cells en inglés son unas células no diferenciadas que se pueden convertir en células de diferentes tipos según la necesidad del cuerpo.
En otras palabras, nos las podemos imaginar como unas células “en blanco”, que son capaces de asumir la función necesaria en un momento dado.
La mayoría de las células del cuerpo pueden jugar solo un rol específico en un órgano en concreto (eso se llama que son “diferenciadas”).
Además, se pueden dividir y replicar solamente una cantidad limitada de veces antes de destruirse y tener que ser reemplazadas.
Pues bien, por el contrario, las células madre tienen la capacidad de replicarse de forma indefinida.
También, al dividirse, pueden crear otras células madre (lo que se conoce como “autorrenovación”) o convertirse en una célula diferenciada.
¿Qué tipos de células madre hay?
Hay 2 tipos principales de células madre: embrionarias o pluripotentes y adultas. A eso se le suman las células pluripotentes inducidas (iPS). A continuación, vamos a ver cómo se diferencian.
Células madre embrionarias
Como el nombre indica, estas células son creadas en el embarazo, durante el desarrollo embrionario y dejan de existir con el comienzo del desarrollo del feto.
Lo realmente espectacular de las células embrionarias es que se pueden convertir en cualquier tipo (y hay más de 200) de célula del cuerpo humano. Por ejemplo, pueden formar tejidos hepáticos o cerebrales, así como células de sangre o de piel.
Debido a esta capacidad de asumir tantas funciones diferentes, se denominan también como células madre pluripotentes.
Gracias a la innovación científica, es posible extraerlas del embrión y cultivarlas de forma indefinida en el laboratorio, para que sigan manteniendo su capacidad.
Células madre adultas
Se trata de unas células que pueden dar lugar a varios tipos de células especializadas, pero no a todos. Se encuentran en la mayoría de los tejidos de los adultos, niños y fetos.
A diferencia de las células embrionarias, éstas pueden ser empleadas en general solamente en su tejido de origen. No obstante, pueden asumir una variedad de funciones en ese tejido.
Por ejemplo, las células madre de la sangre solo pueden usarse en el sistema sanguíneo, pero pueden formar glóbulos blancos, rojos o plaquetas.
Estas células sanguíneas se conocen también como células madre hematopoyéticas y se encuentran en la médula ósea y la sangre periférica.
Un caso aparte son las células madre mesenquimales, que se encuentran en la médula ósea y pueden convertirse en distintas células del tejido esquelético. Entre otros, en células óseas, cartilaginosas, así como grasas.
Células pluripotentes inducidas (iPS)
Las células iPS o, induced pluripotent stem cells en inglés, son unas células que se han modificado genéticamente para comportarse como una célula madre embrionaria.
Se pueden extraer de cualquier tipo de tejido tanto de adultos como niños.
Células madre del cordón umbilical
Son células madre que se extraen del cordón umbilical después del parto. Se pueden congelar en bancos de células para su uso en el futuro, sobre todo para tratar a niños.
De hecho, se han utilizado con éxito para tratar a niños con cánceres de la sangre, como la leucemia y ciertos trastornos genéticos de la sangre.
¿Cómo generar células madre naturalmente?
Gracias a su capacidad para producir nuevos tejidos en el cuerpo, las células madre nos ayudan a mantenernos jóvenes y sanos durante más tiempo.
Aunque su producción natural disminuye con la edad, afortunadamente existen ciertos hábitos y alimentos que ayudan a promover su creación.
A continuación, te enseñamos cómo aumentar las células madre naturalmente con 7 consejos:
Hacer ayuno intermitente
Todo apunta a que el ayuno intermitente y la restricción calórica promueven la producción de células madre en diferentes tejidos y mejoran su función.
Por ejemplo, este estudio encontró que el ayuno de 24 horas aumenta la función de las células madre intestinales tanto en ratones jóvenes como ancianos. En su turno, esto lleva a la regeneración intestinal – algo de especial interés para las personas que padecen problemas intestinales.
Además, otro estudio encontró que las células madre mesenquimales presentan mayores propiedades de autorrenovación y antienvejecimiento en un medio bajo en glucosa. Pues bien, esta reducción de la glucosa en el cuerpo se consigue durante los periodos de ayuno – sobre todo de más de 20 horas.
A la vez, el ayuno prolongado (de más de 48 horas) promueve la regeneración de las células madre hematopoyéticas para revertir la inmunosupresión.
Para conocer más acerca de los beneficios del ayuno y cómo empezar a hacerlo correctamente, no te pierdas esta extensa Guía del Ayuno Intermitente.
Por otro lado, si necesitas a alguien que te guíe paso a paso de forma personalizada, puede interesarte conocer nuestro Programa de Ayuno Intermitente.
Reducir el consumo de azúcar
Como acabamos de ver, las células madre proliferan en un medio bajo en glucosa. Por eso, es importante reducir lo máximo posible la ingesta de azúcar, así como hidratos de carbono refinados (que elevan rápidamente el nivel de glucosa en sangre).
Para ello, recomendamos evitar ingredientes como:
- Azúcar blanco, moreno o de coco y panela.
- Jarabe de maíz, de glucosa y otros jarabes y siropes.
- Dulces industriales (chocolate, galletas, chuches, bollería).
- Pan, pasta y arroz blanco.
- Zumos y refrescos.
- Fruta enlatada y deshidratada azucarada.
- Pizza congelada y otra comida preparada (lasaña, alitas rebozadas, fingers de pescado y pollo).
- Patatas fritas y otros aperitivos salados.
- Alimentos rebozados y empanados
Esto no significa, sin embargo, que tienes que renunciar por completo al sabor dulce.
Puedes seguir deleitándote con postres caseros endulzados con fruta como plátano, dátiles o manzana o con edulcorantes naturales. Descubre cuál es el mejor edulcorante natural sustituto del azúcar.
Hacer ejercicio físico
Los científicos han descubierto que las células madre se activan en los músculos durante el ejercicio. Es más, las células mesenquimales proliferan durante la actividad física, formando nuevos tejidos óseos y musculares gracias a que liberan factores de crecimiento.
De hecho, también se estimula la formación de nuevos vasos sanguíneos y capilares, mejorando así el suministro de sangre al corazón. Esto, en su turno, ayuda a desencadenar procesos regenerativos en el músculo cardíaco.
Para disfrutar de estos beneficios, lo mejor es tener una rutina de ejercicios variada, en la que incorporar entrenamientos de fuerza y sesiones de cardio. La natación, el senderismo y el baile son buenos ejercicios aeróbicos que además pueden ser muy divertidos.
Aparte de las sesiones de entrenamiento, aconsejamos andar lo máximo posible e intentar superar los 10.000 pasos diarios.
Éste es el mejor ejercicio para no envejecer.
No fumar y evitar el alcohol
El alcohol afecta negativamente la proliferación de células madre, alterando la neurogénesis (formación de nuevas neuronas en el cerebro).
Además, el consumo crónico de alcohol lleva a la acumulación de triglicéridos en la médula ósea, lo que deteriora las células madre mesenquimales.
Fumar tiene un efecto parecido, lo que puede explicar por qué los tejidos de los fumadores no se reparan igual de bien que aquellos de los no fumadores.
Dormir al menos 8 horas a diario
No hay que subestimar la importancia de un buen sueño. No solo que ayuda a regular el metabolismo de las grasas e hidratos de carbono, equilibrar las hormonas y reducir el estrés y la inflamación. Sino que también contribuye a aumentar las células madre naturalmente y promover su función.
De hecho, con cada hora de sueño menos de las 8 recomendadas disminuye la migración de estas células.
Es más, algunos órganos se regeneran al dormir, como el hígado, los pulmones, el intestino grueso, la vesícula biliar y el estómago. En otras palabras, mediante el sueño de calidad se reparan las células que perdemos todos los días.
Por eso es importante dormir toda la noche y acostarse preferiblemente antes de las 23 horas para facilitar los procesos regenerativos.
Disminuir la ingesta de medicamentos
Tomar excesivos fármacos impide la capacidad de las células madre para multiplicarse y convertirse en células diferenciadas.
En concreto los antibióticos como las quinolonas y fluoroquinolonas dañan tanto las células madre como las células que constituyen los tendones y cartílagos.
Por eso, un uso prolongado de este tipo de medicamentos puede provocar el debilitamiento de los tendones, rupturas y hasta enfermedades degenerativas de discos.
Por otro lado, los medicamentos de venta libre como ibuprofeno (Advil, Motrin) o naproxeno (Aleve) también alteran la proliferación de las células madre. Además, pueden aumentar el riesgo de contraer enfermedades autoinmunes, neuropatía así como insuficiencia renal.
Esto por supuesto que no quiere decir que hay que dejar de tomar cualquier medicamento para siempre. Sino que no hay que exagerar con su consumo y que dentro de las posibilidades es mejor optar por sustancias antiinflamatorias y antivirales naturales.
Algunos ejemplos de estos alimentos son el ajo crudo, la cúrcuma, el aceite de pescado y de oliva virgen extra o el kale.
Llevar una alimentación basada en productos frescos
Como bien sabemos, la alimentación es uno de los pilares de una vida saludable. Entre otros, los alimentos que ingerimos juegan un papel importante en los ciclos de regeneración natural del cuerpo.
Y de hecho hay algunos ingredientes que promueven la renovación de las células madre y mejoran su función.
A continuación te contamos cómo puedes ayudar a tu cuerpo para la regeneración celular gracias al consumo de ciertos alimentos y suplementos nutricionales.
Alimentos ricos en polifenoles
Todo apunta a que los polifenoles (unos potentes antioxidantes) aumentan las células madre y fomentan su desarrollo. De los miles de polifenoles que hay, los mejor estudiados para beneficiar estas células son quercetina, kaempferol, resveratrol, curcumina, ácido cafeico y ácido clorogénico.
Gracias a su acción antioxidante, pueden prevenir y aliviar enfermedades cardiovasculares y neurocognitivas.
Los alimentos más ricos en polifenoles que ayudan a conseguir células madre incluyen:
- Té verde – tanto fresco como en cápsulas.
- Bayas como aronia, moras, arándanos, grosellas y goji.
- Especias y hierbas aromáticas como cúrcuma, clavo, anís, orégano, salvia, romero y tomillo.
- Cacao puro y chocolate negro (al menos 85% cacao).
- Frutos secos, sobre todo castañas, avellanas y nueces pecanas.
- Semillas de linaza.
- Verduras de todos tipos y sobre todo espinacas, col rizada, alcachofas y cebolla morada.
- Café – es importante que sea café de especialidad, ya que el comercial se tuesta a temperaturas demasiado altas, que destrozan los antioxidantes.
Verduras crucíferas
Las verduras crucíferas como la coliflor, el brócoli, la col rizada, el repollo y las coles de Bruselas son algunos de los mejores alimentos para el crecimiento de células madre.
Descubre por qué el kale es uno de los alimentos más sanos del planeta.
Esto se debe a que son ricas en sulforafano, una potente sustancia que ayuda a contrarrestar la toxicidad del cuerpo y proteger el sistema nervioso.
Además, estos vegetales están repletos de moléculas de indol-3-carbinol que ayudan a reducir los agentes inflamatorios en la sangre.
Por eso, incluir estas verduras en tus platos es una excelente forma de regenerar las células madres con remedios caseros.
Personalmente, nos encanta agregar kale a los guisos, espinacas a los batidos caseros y comer brócoli como guarnición para el pescado.
Setas
Las setas shiitake, reishi y cordyceps sinensis están repletas de unos increíbles fitoquímicos que tienen la capacidad de activar las células madre.
Comer estos hongos frescos es una buena opción, pero en general es bastante difícil encontrarlos crudos (sobre todo reishi y cordyceps sinensis).
Por eso, una mejor alternativa es consumirlos a través de suplementos alimenticios. Además, al elegir una marca de prestigio, se garantiza la calidad y estandarización de los ingredientes activos.
Después de una amplia investigación del mercado, éste es el mejor suplemento de cordyceps sinensis y el mejor suplemento de reishi que hemos encontrado.
Ácidos grasos Omega 3
Los ácidos grasos poliinsaturados Omega 3 EPA y DHA son unas de las sustancias antiinflamatorias y antioxidantes más potentes que existen. Además, también promueven la capacidad de las células madre para crear nuevos vasos sanguíneos (angiogénesis).
Como consecuencia, tienen potentes propiedades curativas y de cicatrización de heridas.
Algunas de las mejores fuentes de ácidos grasos Omega 3 EPA y DHA incluyen:
- Algas – se pueden consumir frescas o en suplementos.
- Pescado graso como salmón, sardinas, anchoas y caballa.
- Hígado de bacalao.
- Crustáceos como krill – lo mejor en consumirlo en suplementos alimenticios.
- Marisco como ostras y gambas.
Espirulina
La espirulina es un tipo de alga que estimula y aumenta las células madre, fomenta su proliferación y las protege frente a posibles amenazas.
Por lo tanto, es un excelente suplemento alimenticio para aumentar las células madre para el pelo o las articulaciones, entre otros.
Se puede consumir en polvo, mezclada en batidos, yogur o pudín de chía o en forma de cápsulas.
La dosis recomendada depende del fabricante, pero la investigación encontró que es seguro tomar hasta 10 gramos al día durante máximo 6 meses. Luego, se puede seguir consumiendo de forma esporádica (1-2 veces por semana).
Chlorella
La chlorella es otra alga con increíbles beneficios para la salud. Todo apunta a que la ficocianina encontrada en esta alga ayuda a producir más células madre en el bazo y la médula ósea, entre otros.
Esto, en su turno, es excelente para mejorar la salud del sistema inmunológico, protegiéndonos frente a bacterias y virus.
Así que para generar células madre para las rodillas se puede tomar chlorella en comprimidos y también en polvo junto con agua, batidos, yogur o incluso agregar a sopas y aderezos para ensaladas y verduras.
Aunque la dosis diaria recomendada varía según el fabricante, en general se suele recomendar tomar 3-5 gramos de chlorella al día durante máximo 3 meses.
Luego, también se pueden tomar espirulina y chlorella juntas. En este caso, hay que reducir la cantidad de ambas (por ejemplo, hasta 5 gramos de espirulina y hasta 3 gramos de chlorella).
Suplementos con vitamina D3
Si te preguntas qué vitaminas debes tomar para mantenerte joven, la vitamina D es definitivamente una de ellas.
Esta sustancia protege a las células madre que juegan un papel importante en el desarrollo y la regeneración de los tejidos en el cuerpo. A la vez, inhibe la proliferación de células malignas.
Además de exponerte al sol al menos 15 minutos cada día y comer alimentos ricos en vitamina D como hígado de bacalao y ternera, sardinas y salmón, puede ser una buena idea tomar también suplementos alimenticios con vitamina D.
Conclusión sobre cómo aumentar las células madre de forma natural
En conclusión, existen varios hábitos del estilo de vida, así como alimentos y suplementos nutricionales que ayudan a aumentar las células madre naturalmente.
En cuanto a los alimentos presentados, no hace falta comerlos todos a diario, sino que puedes variarlos, intentando incluir uno en cada comida principal.
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