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Antes de pasar por el quirófano, conoces cuáles son los 10 principales riesgos de la cirugía plástica y qué tan probable es que ocurran.

Riesgos de la cirugía plástica

Cada vez son más personas que se someten a cirugía plástica y, como cualquier otro procedimiento quirúrgico o estético, la cirugía plástica tiene una serie de riesgos para la salud que debes conocer. Estos son las 10 principales complicaciones que pueden ocurrir al hacerte un retoque estético:

Pérdida de sangre

Al igual que con cualquier cirugía, se espera cierta pérdida de sangre.

Sin embargo, la pérdida de sangre excesiva puede provocar una caída de la presión arterial con resultados potencialmente mortales.

La pérdida de sangre puede ocurrir durante el tratamiento, incluso después de la cirugía.

Hematoma

Un hematoma es una bolsa de sangre que se asemeja a un grande y doloroso moratón.

El hematoma es un riesgo en casi todas las cirugías y es la complicación más común después de un estiramiento facial. Ocurre con más frecuencia en hombres que en mujeres. Pero, en promedio, suele aparecer en el 1% de los pacientes.

Seroma

El seroma es una afección que se produce cuando el suero (o el líquido seroso) se acumula debajo de la piel, provocando hinchazón y, a veces, dolor.

Puede ocurrir, sobre todo entre siete y diez días después, tras cualquier cirugía. Ocurre entre el 15 y el 30% de los pacientes.

De hecho, es la complicación más común después de una abdominoplastia. La abdominoplastia es la eliminación del exceso de piel y grasa acumulada en el abdomen.

Por otro lado, ya que los seromas pueden infectarse, se suelen eliminar drenándolos con una aguja, por que existe la posibilidad de que vuelvan a ocurrir.

Infección

A pesar de que se intenta reducir el riesgo de infección tras la cirugía, la infección sigue siendo una de las complicaciones más comunes de la cirugía plástica.

En el caso de los tratamientos de aumento de pecho, las infecciones suelen ocurrir entre el 1.1 y el 2.5% de los pacientes.

Cicatrices

Es normal que la cirugía plástica provoque algunas cicatrices en tu piel, a pesar de que la cirugía estética busca mejorar la apariencia del paciente.

Hay cicatrices que pueden ser preocupantes, por ejemplo, la cicatrización hipertrófica. La cicatrización hipertrófica es una cicatriz elevada que suele ser roja y gruesa. Aparece cuando se produce un exceso de colágeno en la zona de la herida.

Junto con las cicatrices queloides, que generan un crecimiento exagerado en el tamaño de una cicatriz originando así una herida inflamada y gruesa, ocurre entre el 1 al 3.7% de las abdominoplastias.

Daño nervioso

El potencial de daño nervioso está presente en muchos tipos diferentes de procedimientos quirúrgicos.

El entumecimiento y el hormigueo son comunes después de la cirugía plástica y pueden ser signos de daño nervioso. Aunque en la mayoría de las veces, el daño nervioso es temporal, algunas veces puede ser permanente.

La mayoría de las mujeres experimentan un cambio en la sensibilidad después de la cirugía de aumento de pecho. El 15% de las mujeres siente cambios permanentes en la sensibilidad del pezón.

Lesión de órganos

Especialmente, tras una liposucción, los órganos internos pueden sufrir daños fatales. Pueden ocurrir perforaciones o pinchazos viscerales cuando la sonda quirúrgica entra en contacto con ellos.

Por ello, para su posterior reparación puede requerir cirugía adicional.

Trombosis venosa profunda y embolia pulmonar

La trombosis venosa profunda es una afección en la que se forman coágulos de sangre en las venas profundas, generalmente en la pierna. Cuando estos coágulos se desprenden y viajan hasta los pulmones, se conoce como embolia pulmonar.

Estas complicaciones son poco comunes y afectan solo al 0.09% de todos los pacientes que se someten a cirugía plástica. Sin embargo, las consecuencias de los coágulos pueden ser fatales.

A pesar de su baja ocurrencia, suele haber un más riesgo de sufrir estas complicaciones en las abdominoplastia.

Por otro lado, el riesgo de coágulos es 5 veces mayor para las personas que se someten a varios procedimientos que para las personas que se someten a un solo procedimiento.

Insatisfacción de apariencia general

La mayoría de las personas quedan satisfechas con los resultados tras la cirugía plástica. Pero, siempre existirá la posibilidad de que los resultados no sean del agrado del paciente.

Las personas que se someten a una cirugía de aumento de pecho pueden experimentar problemas de contorno o asimetría, mientras que a las que se someten a cirugías faciales simplemente no les gusta el resultado.

Es un riesgo que siempre hay que contemplar antes de cualquier procedimiento. Por que, el intento de arreglar una cirugía hecha puede ser muy costosa y los resultados ser aún peores.

Complicaciones de la anestesia

Es normal el uso de anestesia antes de someterse a una cirugía. Pero, la anestesia general a veces provoca complicaciones. Por ejemplo, infecciones pulmonares, derrames cerebrales, ataques cardíacos e incluso, la muerte.

La conciencia de la anestesia, o despertarse en medio de la cirugía, es muy poco común, pero también posible.

Sus riesgos de la anestesia más comunes son temblor, náuseas y vómitos y despertar confundido y desorientado.

Conclusión sobre los riesgos de la cirugía plástica

En general, las complicaciones y los riesgos de la cirugía plástica son raros y poco probables.

Según un estudio de 2018 de más de 25.000 casos, las complicaciones ocurren en menos del 1% de las cirugías ambulatorias.

Como ocurre con la mayoría de las cirugías, las complicaciones de la cirugía plástica son más comunes en ciertas personas. Por ejemplo, los fumadores, los adultos mayores y las personas obesas son más propensos a sufrir complicaciones.

Para reducir el riesgo de efectos secundarios no deseados examina y recaba información sobre el cirujano y el centro donde se llevará a cabo la cirugía.

Informarte sobre el procedimiento y los posibles riesgos, al igual que expresar tus inquietudes con tu médico. Éste te puede ayudar a manejar tus expectativas y reducir el riesgo de complicaciones.

Por último, es probable que a través de tratamientos estéticos no invasivos puedas mejorar tu aspecto. Por eso, considera también los tratamientos no invasivos con corriente galvánica antes de plantearte entrar en un quirófano.

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